Patri Guijarro, el alma mallorquina de una España que sueña con la Eurocopa

Desde su infancia en Palma hasta levantar títulos europeos, la centrocampista se ha convertido en una figura imprescindible del fútbol femenino español

PARIS. JUEGOS OLIMPICOS. Patri Guijarro EN UN PARTIDO CON LA SELECCION ESPAÑOLA | Foto: Susana Vera

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Patri Guijarro nació en Palma en 1998 y desde pequeña mostró una determinación poco común. Su formación arrancó en el CF Patronato y más tarde en el UD Collerense, donde ya destacaba por su inteligencia táctica y capacidad de liderazgo. Con apenas 15 años, fue parte fundamental del equipo que ascendió a Primera División, un hito que anticipaba una carrera destinada a lo más alto.

A los 17 años dio el salto al FC Barcelona, convirtiéndose en la primera jugadora en formarse académicamente en La Masia. Desde entonces, su crecimiento ha sido constante, sumando títulos con una regularidad que impresiona: seis Ligas F, siete Copas de la Reina, tres Champions League y tres Supercopas de España. Lejos de los focos mediáticos, su estilo sereno y efectivo la ha convertido en una de las líderes silenciosas del vestuario azulgrana.

Una líder dentro y fuera del campo

En el terreno de juego, Patri destaca por su visión, su capacidad para anticiparse y su impecable criterio con el balón. Esta temporada ha firmado 4 goles y 8 asistencias, pero su aportación va mucho más allá de las estadísticas. Fue protagonista absoluta en la final de Champions 2023 en Eindhoven, donde anotó dos goles clave en la remontada ante el Wolfsburg. Y este año, brilló también en la Supercopa con un golazo en el clásico ante el Real Madrid.

Pero Guijarro también ha ganado espacio fuera del campo. No ha dudado en alzar la voz ante injusticias o decisiones polémicas, como su rechazo a disputar partidos oficiales en países con escasa protección a los derechos de las mujeres. Además, colabora activamente con campañas de bienestar y salud organizadas por asociaciones de futbolistas, mostrando un compromiso social que la enriquece como referente.

Tras la última final europea frente al Arsenal, donde el Barça cayó por la mínima, Patri fue autocrítica pero firme: «Nos faltó acierto, pero el esfuerzo fue de diez. Vamos a por la siguiente». En su mirada no había derrota, sino hambre de revancha. Esa mentalidad ganadora es la que ha impulsado al Barça a mantenerse en lo más alto.

A pesar de su fama internacional, su vínculo con Mallorca sigue siendo fuerte y emocional. Patri no pierde oportunidad de visitar su isla, donde ha sido homenajeada por la Federació Balear de Futbol y donde sueña con terminar su carrera. «Me gustaría volver al Collerense algún día. Mallorca es mi casa», confesó en una entrevista reciente.

Patri Guijarro no solo representa la excelencia deportiva, sino también un ejemplo de humildad, constancia y compromiso. Desde Palma al Camp Nou, su historia continúa inspirando a toda una generación de jóvenes futbolistas que sueñan con seguir sus pasos.