Carlos Martínez: «Jamás pensé en que dirigiría 500 partidos en Tercera División»

El técnico del Platges de Calvià alcanza el medio millar de encuentros en esta categoría y supera los mil desde que empezó en el fútbol base

Imagen de Carlos Martínez junto al escudo del Platges de Calvià. | Alejandro Sepúlveda

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Carlos Martinez es todo un clásico del fútbol balear. Entrenador desde los 18 años, ahora, con 48, se dispone a vivir su partido 500 en Tercera División en el choque que su equipo, el Platges de Calvià, jugará en Magaluf ante el Santanyí. Lejos quedan los primeros partidos en el San Pedro. En Tercera ha dirigido al Andratx, Constància, Collerense, Santa Catalina y nueve temporadas al Platges. Persigue a otros ilutres como Nico López o Jaume Mut en el número de encuentros dirigidos.

—¿Pensaba hace 30 años en sus inicios alcanzar estas cifras?
—Ni mucho menos. Jamás pensé poder llegar a dirigir 500 partidos en Tercera. Empecé dirigiendo un benjamín de fútbol 7 y esto me quedaba muy lejos. Empezando de tan abajo no pensaba en llegar a Tercera y mucho menos a dirigir tantos partidos. Al final en Tercera normalmente hay menos de una quincena de equipos mallorquines y de todas las licencias que hay cada año solo hay ese número que entrena en la Tercera División Balear. Eso hay que ponerlo en valor y creo que es un dato importante.

—En Andratx empezó su historia en Tercera.
—Ahí ascendimos de Preferente a Tercera y ahí debuté en Tercera. Después estuve dos temporadas en el Constància y una en el Collerense. Salí de la rueda ya que regresé a juveniles y para volver a Tercera tuve que ascender a un equipo, el Santa Catalina y de ahí al Platges donde llevo nueve temporadas. Las dos veces que he querido meterme en Tercera he tenido que ascender a un equipo.

—¿Con qué se queda de estos 499 partidos, que serán 500 este fin de semana?
—Al final quedan las personas más allá de las alegrías deportivas, de los ascensos, del año que hicimios campeones con el Platges o de ascender al Santa Catalina a Tercera por primera vez, con lo que me quedo es con los cientos de jugadores que he conocido y que se siguen acordando de mí.

—¿Alguna espina clavada?
—Sin duda. El descenso con el Andratx el primer año. Estuvimos cerca de mantener la categoría con el 90 por ciento de la plantilla y el cuerpo técnico debutando y el año que hicimos campeón con el Platges que nos quedamos a un gol de ascender a Segunda RFEF.

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El entrenador, junto al banquillo en el campo del Platges de Calvià.

—¿Es mejor entrenador ahora a punto de cumplir 500 partidos en Tercera?
—Sin ninguna duda. Debuté muy joven en Tercera División, con apenas 29 años y al Constància llego con 30 años y no tenía los conocimientos que tengo ahora ni de cerca. Tenía una personalidad muy marcada, que me hizo crecer desde el fútbol base llegando a amateur, pero la pausa, la paciencia, el saber mirar hacia otro lado, la lectura de los partidos, todo esto te lo dan los años.

—Cuando empezó en Tercera los entrenadores eran mayores que usted, ahora es al revés. El veterano es Carlos Martínez.
—En mi debut en Tercera enfrentarme a Nico López, Jaume Mut, Pep Sansó...todos estos técnicos eran auténticos referentes para mí y los veía muy lejos. Yo quería competir, pero aprender de ellos y ver cómo lo hacían. Supe respetar las jerarquías y ahora es un poco al revés y sin ser el más viejo de edad, cuando comenzó la Liga era el que más partidos llevaba. Ahora hay muchos jóvenes que me preguntan y les intento aconsejar porque yo he estado en su misma situación. Me veo reflejado en ellos.

—¿Su techo es Tercera o piensa que todavía puede seguir subiendo escalones?
—No me lo planteo, lo importante es entrenar con la misma ilusión que el primer día y mientras esta se mantenga, al final las categorías son números y datos. Si pudiera ascender con el Platges sería un broche de oro a esta trayectoria y seguir progresando. Pero como digo la ilusión es la misma sea en la categoría que sea.

—¿Todavía se pone nervioso antes de los partidos?
—Esto no cambia. El que se siente entrenador antes de cada partido tiene nervios en el estómago y las ganas de ganar no cambian. La charla, la manera de celebrar el gol, eso no varía. El tiempo te puede ayudar a vivir las cosas con algo más de calma, pero al final lo vives con la misma pasión. Esto es vocacional.

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El entrenado posa en el Municipal de Magaluf.

—¿Qué consejos le daría a los entrenadores del fútbol base?
—Es muy importante tener humildad sabiendo que cuando eres joven te queda mucho por aprender. Empiezas un camino en el que no serás igual cuando arrancas que diez años después, debes fijarte en los compañeros y más allá de la rivalidad, nutrirte de lo que hacen bien los demás y tener una personalidad propia y no dejarte influenciar por factores externos o padres y ser justo con lo que uno piensa.

—¿Qué ha significado el Platges en su carrera?
—La posibilidad de dar un salto de calidad importante. Hacer campeón un año y varias liguillas es muy importante y esto me lo ha dado este club.

—¿Qué entrenadores destacaría del fútbol balear?
—Me quedo con varios. Uno de ellos José Contreras, es espectacular lo que ha conseguido en Andratx. Nico López, Jaume Mut, Pedro González, al que considero un maestro, Oscar Troya, Guillem Llaneras, Tato... entrenadores muy consolidados en el fútbol balear y que son también de mi generación.

—Y el domingo 500 partidos. ¿Lo vivirá de forma especial?
—Es un número especial, no lo niego, pero lo importante es seguir haciendo lo que haces con la máxima ilusión y vivirlo igual que lo viví cuando debuté. En fútbol cuando rueda el balón todo lo demás se olvida.