Vinicius Junior y Carlo Ancelotti. | Reuters

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El Comité de Competición de la RFEF ha acordado dejar sin efectos disciplinarios la expulsión de Vinicius durante el partido de la trigésima quinta jornada de LaLiga Santander. «Vistas las alegaciones y la pruebas videográficas y gráficas aportadas por el Real Madrid respecto a la expulsión impuesta en el minuto 95 del encuentro al jugador Vinicius, este Comité de Competición considera que el club alegante señala en un extenso escrito de alegaciones que concurren tal y como se derivarían de las pruebas videográficas y gráficas aportadas diversas causas que desvirtúan la presunción de veracidad del acta arbitral», señala el comité.

El comité considera que «lo sucedido se enmarcaría en una permanente y total impunidad, durante la presente temporada, de diversas acciones de agresión física y verbal, por parte de adversarios y aficiones, frente al jugador expulsado, todo ello ante la pasividad del colectivo arbitral, de la RFEF y de LaLiga». Asimismo, entiende que «la actuación del árbitro del VAR no sería enmarcable en un »error humano«, pues la imagen que remitió al colegiado del encuentro para valorar la acción producida fue totalmente parcial, sesgada y determinante del error del colegiado en la valoración de los acaecido y, con ello, de la injusta expulsión del jugador, convirtiendo al agredido en agresor».

Competición «invoca la irregularidad de la existencia de dos Actas sucesivas, en las que sola en la segunda se habría incluido una referencia a los insultos recibidos, previamente, por el jugador expulsado, de forma además manifiestamente insuficiente respecto a la realidad de lo sucedido. En particular, indica que el Acta sólo refleja que en el minuto 73 »un espectador desde la grada sur se dirigió al jugador... gritándole «Mono, mono», cuando en realidad se aporta numerosa prueba dirigida a acreditar que no sólo se produjo durante el encuentro tal grave insulto, sino «una cantidad indecente e importante de cánticos racistas, denigrantes e intolerantes que, en ningún caso, pueden tener cabida en un estadio de fútbol y que sorprendentemente el colectivo arbitral no escuchó, toda vez que nada se dice en el Acta arbitral».

Indica que se aportan a este efecto diversas pruebas videográficas en las que se acreditaría «que nada más llegar al estadio del Valencia, el jugador fue recibido con insultos por numerosos seguidores que entonaron el cántico «Vinicius eres un mono». Que durante el partido fueron proferidos numerosos insultos al jugador, resaltándose los siguientes: «Puto negro, eres un idiota», «me cago en tus muertos, hijo de puta», «Puto negro, hijo de puta», «Vinicius, perro», «Mono, que eres un puto mono» y «uh, uh, uh (imitando el sonido de un mono). La grabación permitiría además identificar que los insultos provienen de un grupo numeroso de personas. Asimismo, cuando el jugador abandonaba el campo, se habría gritado »Vinicius muérete", agrega.

En cuanto al lance que motiva la expulsión del jugador, Competición indica que «en la prueba que se aporta, inicialmente el colegiado habría sancionado al mismo con una tarjeta amarilla». «Sin embargo, tras el visionado de las imágenes facilitadas por el VAR, el colegiado cambió su criterio, dejando sin efecto la tarjeta amarilla y mostrándole una roja. Tal decisión vendría determinada por la omisión de la SALA VAR de la totalidad de la jugada, sin mostrar la agresión realizada segundos antes por los jugadores 19 y 25 del equipo local, que le agarran del cuello, de modo que el jugador expulsado, 'en un intento desesperado por quitarse de encima el brazo del jugador rival del cuello, ante el inminente riesgo de asfixia, se quita de encima, instintivamente al jugador rival'», explica.

«A todo ello se añade que según la información publicada en la prensa por la propia RFEF, el árbitro del VAR habría sido cesado por el corte de las imágenes remitidas al colegiado», indica. Por todo ello, el club solicita que se deje sin efecto la citada expulsión. «Constituye un criterio reiterado de este Comité de Competición, el que la apreciación de un error material manifiesto en el acta arbitral exige la aportación de elementos de prueba que de forma inequívoca, más allá de toda duda razonable, acredite bien la inexistencia del hecho reflejado en el acta o bien su patente arbitrariedad», narra.