El futbolista mallorquín Chadi Riad, en un entrenamiento con la selección de Marruecos. | @SCCR_212

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Acostumbrada a exportar su talento futbolístico a clubes y ligas de todo el planeta, Mallorca empieza a ser además un caladero para algunas selecciones absolutas. El último ejemplo está en las botas de Chadi Riad y Adrián Garrido. Los jóvenes jugadores, de 19 y 21 años, están todavía inmersos en un sueño. Nacidos en la isla, aunque de ascendencia marroquí y ecuatoguineana, el defensa y el delantero están disfrutando de uno de los fines de semanas más excitantes de su vida gracias a la llamada de sus orígenes, que les han llevado a representar al más alto nivel a los países de los que un día partieron sus padres.

Adrián Garrido (Palma, 2001) dejaba al Andratx sin su boya en ataque para el partido que jugaban este sábado en Sant Jordi. El máximo goleador de la Tercera División balear se llevaba hace unos días, mientras asistía a una clase de Periodismo, una de esas sorpresas que no se olvidan jamás. La selección de Guinea Ecuatorial le llamaba a filas y le citaba para viajar al capital del país. En el horizonte, un doble enfrentamiento contra Botsuana encuadrado en el grupo J de la fase de clasificación para la próxima Copa de África de Naciones que se jugará en enero de 2024 en Costa de Marfil. En el primero de los duelos, disputado este viernes en el Nuevo Estadio de Malabo, Adrián Garrido ya tocaba el cielo durante unos segundos. Arropado en todo momento por otro mallorquín, Emilio Nsue, el ariete tomaba la alternativa al sustituir en el tiempo añadido a Iban Salvador y participar de forma breve en la segunda victoria en su grupo de la Nzalang (2-0, goles del jugador de Las Palmas Saúl Coco y de Fede Bikoro), que ya suma seis puntos y sigue la estela de Túnez. Este martes se reeditará el duelo en Francistown, la capital de Botsuana.

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Para Chadi Riad (Palma, 2003) tampoco está siendo una temporada cualquiera. En pocos meses, el mallorquín ha debutado con el Barça en Primera División y ha sido incluido en la primera lista postmundialista de Walid Regragui. Semfinalista en Qatar, donde se destapó como la mayor sensación del torneo de selecciones por excelencia, Marruecos quería incorporar más talento joven a su bloque para que la progresión del combinado no se estancara y el central fue uno de los elegidos para ese fin. El del Rafal, con pasado en el equipo de su barrio, en el San Francisco y en el Mallorca, era reclutado junto a otros valores emergentes del país norteafricano, como Abdel Abqar, Benabid, Amraoui, Louza, Bouchouari, Kechta o Salah, para dos partidos amistosos de primer nivel. El primero, anoche en Tánger contra Brasil. El segundo, el martes en Madrid contra Perú.

Con la irrupción de Chadi Riad y Adrián Garrido en la pasarela internacional el fútbol mallorquín sigue extendiendo sus tentáculos. Representado en las ligas de más de una quincena de países y tres continentes, ahora su clase también quedará plasmada en las fechas FIFA del calendario. Mallorca exporta fútbol de alta calidad.

Otros ejemplos

Riad y Garrido se han puesto a la fila de una lista por la que en su momento ya pasaron otro puñado de jugadores. Uno de los primeros fue José Luis Rondo, también en Guinea Ecuatorial, como lo fue recientemente James Davis Boriko. En ese mismo combinado africano es ahora capitán Emilio Nsue, que optó por el país de sus ancestros tras brillar, e incluso ganar algún título, con las categorías inferiores de la selección española. En otro continente y otra confederación jugó Tano Bonnín, que fue internacional con la República Dominicana, el país de su madre, en casi una veintena de ocasiones.