Imagen del responsable de Deportes de Agora Portals, Rafa González, posa sobre el césped. | Pere Bota

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El planeta fútbol ha encumbrado a Lionel Scaloni al olimpo tras proclamarse campeón del mundo con Argentina y Mallorca en general y el Agora en particular presumen del privilegio de haberle tenido en sus filas. El seleccionador de la ‘Albiceleste’ comenzó a forjar su faceta como entrenador en el club de fútbol del centro educativo ubicado en Portals, donde su responsable del área de Deportes, Rafa González, recuerda la valiosa experiencia adquirida en su paso por la entidad.

Scaloni comenzaba a sentir «el gusanillo» de dirigir cuando entró a formar parte del alevín fútbol 8 del Agora, donde Rafa González subraya la humildad que siempre tuvo en el trato. «Era uno más de nosotros», explica al mismo tiempo que relata la «ilusión y las ganas con las que se implicaba». Las exigencias de la titulación exigían al exjugador del Deportivo de la Coruña y el Real Mallorca, entre otros, a dirigir en un equipo de fútbol 11, por lo que se vio obligado a buscar un nuevo destino, aunque siempre ha mantenido su relación con el Agora.

La estancia de Scaloni en el Agora como técnico resultó breve, pero González subraya que el contacto fue muy valioso. Detalla que en los últimos años ha trabajado, entre otros, con Xevi Marcé, actualmente en el City; el exdirector deportivo del Barça, Robert Fernández, Luis García Plaza, el ex preparador físico de la selección, Rafel Pol, o Leo Scaloni. «Las conversaciones y los entrenamientos con toda esta gente de primer nivel siempre aporta muchísimo», explica. «Recuerdo como en un rondo en el campus que llevaba su nombre les explicaba a los niños como golpear con el interior y a cargar la pierna. Esos detalles en el trabajo con la base que a lo mejor no se hace y en los que un profesional sí está encima», relata. «Lo importante es la experiencia y la suerte que tuvieron los niños de estar con él», resume.

El equipo de fútbol de Agora ha crecido en cantidad y calidad a lo largo de los últimos años a la par que el resto de secciones de un club multidisciplinar que también cuenta con conjuntos de baloncesto, voleibol y gimnasia rítmica. Alrededor de 30 equipos y 400 niños (el 70% aproximadamente del colegio) dan forma a un proyecto con una meta clara. «El objetivo siempre ha sido el mismo: que los niños que practican deporte lo sigan haciendo cuando vayan creciendo porque es básico para la vida», comenta González, que ve clave «no crear falsas expectativas ni demasiado altas» para que los más jóvenes disfruten de lo que hacen y se siga forjando el sentimiento de comunidad que genera la práctica deportiva.