Santos Márquez, durante el juicio en la Audiencia Provincial de Palma. | Archivo

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La Audiencia Provincial da un ultimátum a Santos Márquez. O ingresa en prisión este mismo miércoles o este jueves dictará una orden de detención en su contra, nacional, europea e internacional. El agente de futbolistas fue condenado a cumplir cuatro años de cárcel por estafar a su socio mallorquín en el fichaje de Iker Casillas por el Oporto. El Supremo confirmó la condena el pasado mes de abril y, en agosto, la Audiencia le ordenó ingresar en la cárcel. Desde entonces marea la perdiz. Su última petición fue prorrogar el plazo unos días para poder llevar su perro al veterinario. En una providencia dictada este miércoles, el tribunal de la Sección Primera, dice basta.

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«No ha lugar, ninguna de las razones argumentadas son de peso y el condenado ha tenido tiempo más que suficiente para solventar ese tipo de incidencias», le dicen. El agente tenía un acuerdo con la sociedad Mallorca Viva S.L. El empresario Jorge Sastre, defendido por el abogado Jaime Campaner, era su socio y aportaba el capital para que Márquez desarrollara su actividad.

Cuando la etapa de Casillas en el Real Madrid terminó le hizo creer que había interés para que se fuera a Estados Unidos y, a través de otra empresa propia realizó la operación con el Oporto sin pagar a su socio el dinero que le tocaba. Así, se adueñó de una comisión de 700.000 euros y ha sido condenado por estafa. Ahora le toca cumplir la pena, de forma voluntaria o acompañado por la policía.