TW
0

Fundado el 2 de diciembre de 1922 por la Sociedad de Socorros Mutuos con el nombre de Constancia Football Club, el club de Inca vive su edad de oro en las primeras décadas de su existencia. En los primeros 30 años de vida, justo después de la posguerra, llegó a ser la mayor representación del fútbol balear en Segunda División durante casi un lustro. También vivió dos eliminatorias históricas de Copa ante el Fútbol Club Barcelona -al que inclusó ganó en un amistoso- y acarició el ascenso a Primera División en 1944. Aquel 16 de abril en Chamartín, el Constància dirigido por José Quirante y con jugadores como Jaume Pericás, Manuel Esteva Corró, Tomeu Salas, el menorquín Germán Bagur, Antoni Planas o Zamorita, perdió ante el Deportivo de la Coruña y se quedó a un paso de la máxima categoría. Es la cumbre de una entidad casi centenaria que ha pasado por momentos de sonrisas y lágrimas, frustraciones y hazañas a lo largo de este siglo.

Después de su fundación y ante la ausencia de una federación balear que pudiera organizar encuentros, el Constància ingresó en la Federación Catalana para poder competir con clubes de su nivel. Unos años más tarde, en concreto en 1927, nace la Federación Balear y se establece el primer campeonato regional con el triunfo de la Unión Sportiva de Mahón y el subcampeonato para el conjunto inquer.

Con apenas unos meses de vida, en concreto el 2 de abril de 1923, se produce el primer Constància-Alfonso XIII (el embrión del actual Mallorca) en un amistoso disputado en el campo de Santo Domingo -inaugurado en febrero de ese mismo año- y comienza a prender la mecha a una rivalidad que resultó feroz en esas primeras décadas. Ya en los años 30 se estrena en la Copa y el 15 de marzo de 1934 se cruza con Barcelona en el campo Es Cos de Inca, que registró un lleno hasta la bandera. Se proclama campeón insular durante tres campañas consecutivas (1933-35) y también conquista el título balear.

Al término de la Guerra, el fútbol español se reestructura. Constància y Mallorca acceden a Segunda División y pasan a formar parte del Grupo III junto a los conjuntos catalanes y valencianos. El 3 de diciembre de 1939 debuta con un triunfo a domicilio ante el Mallorca en Bons Aires (1-2) con los goles de Borrás II y José Portugués. Los de Inca finalizan en la quinta posición (el grupo era de 8 equipos) pero pierden una categoría que recuperan al año siguiente para vivir la mejor época de su historia y enarbolando la bandera del fútbol balear en la elite.

La campaña 1943-44 acaba tercero, a un solo punto del ascenso directo que es para el Real Gijón y el Club Real Murcia. Esta plaza le permite disputar la promoción de ascenso a Primera, que pierde en Chamartín ante el Deportivo de la Coruña (4-0). El 20 de mayo de 1945, Mallorca y Constància libraron una de esas batallas cuyas consecuencias se expande de generación en generación. El triunfo del equipo bermellón sobre su rival (2-0) estuvo marcado por la polémica actuación del árbitro Cruella, que anuló dos goles al conjunto inquer. Aquel resultado salvó del descenso a Tercera de los rojillos y condenó a los blanquinegros, que perdieron la categoría en la promoción derivando en una caída que le llevó a no poder competir el curso 51-52.