Magín Mir, sus hijos David y Rafa, y su mujer Cristina Vicente.

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Integrante de aquella hornada de futbolistas mallorquines que derribaron, con mayor o menor fuerza, la puerta del primer equipo a finales de los 80 y comienzo de los 90 con los Soler, Prats y Vidal como capitanes de aquella Quinta y con Serra Ferrer en el banquillo, Magín Mir Martínez (Palma, 1970) vivió un paso fugaz por el primer equipo del Mallorca -disputó ocho partidos oficiales, uno de ellos en Primera- antes de buscar fortuna por tierras manchegas (Albacete), alicantinas (Elche) y murcianas (Murcia y Cartagena). Fue en esta última localidad donde un 18 de junio de 1997 su mujer, Cristina Vicente Pérez, dio a luz a Rafael Mir Vicente, que mañana pisa Son Moix como la referencia ofensiva del Sevilla y convertido en uno de los delanteros más en forma de la Primera División.
Criado en la pedanía murciana de Javalí Nuevo -que recientemente le puso su nombre al campo municipal- Rafa Mir nunca ha jugado en Mallorca ni en ningún equipo isleño, aunque siempre ha tenido una vinculación muy estrecha con la Isla, donde actualmente residen sus padres y su hermano David, que curiosamente juega en el alevín de segundo año... del Mallorca.

Magín Mir, que vive en Palma desde hace unos 8 años y actualmente dirige la escoleta del Patronato en el Coll d’en Rabassa después de entrenar durante dos años en las categorías inferiores del San Francisco, atendió ayer a Ultima Hora para hablar del especial partido de mañana. «Lógicamente que será un encuentro diferente y lo viviremos así desde el mismo estadio con toda la familia», señala antes de recordar que ya lo vivió en Son Moix cuando Rafa vino, marcó y pidió perdón con Las Palmas en el Estadi. «Fue un gesto de respeto hacia la afición del Mallorca porque yo jugué aquí y porque siempre le ha tenido cariño. Aunque nació en Cartagena, de donde es su madre, Rafa también se siente mallorquín», apunta.

Magín recuerda los inicios del actual delantero del Sevilla. «Comenzó a jugar a fútbol sala en Javalí Nuevo y después pasó a ElPozo Murcia, donde marcó más de 130 goles». Luego jugó en el Ranero alevín de fútbol-7, donde siguió marcando (141 tantos) y llamó la atención del Barça. «Iba a fichar por el Villarreal, pero el abuelo quiso que fuera al mejor equipo, que en aquel momento era el Barça. Allí pasó su etapa de infantiles (32 goles) pero le echaron. Entonces firmó por el Murcia porque teníamos ganas de tenerlo cerca de casa». Recuperó su olfato y el Valencia no dudó en ficharle para su segundo año de cadete. Su progresión fue extraordinaria y debutó antes en Champions League que en Primera.

El Real Madrid tanteó su contratación con su agente Carlos Bucero, que trabaja para la agencia de Jorge Mendes, pero fue el Wolverhampton Wanderers el que abonó 2 millones de euros por su fichaje en enero de 2018. Ascendió a Premier League, pero después inició un periplo de cesiones (Las Palmas, Notthingham, Huesca...) y el interés del Mallorca. «El club balear, primero con Recio y después con la nueva dirección deportiva, hizo el esfuerzo de que viniera Rafa pero al final no se dio. Pudo venir cedido, pero se quedó en el Huesca porque quería jugar en Primera». En verano llegó su explosión en los Juegos Olímpicos y su marcha al Sevilla -el Atlético también le tanteó- a cambio de 16 millones de euros.
Antes, Rafa Mir era el hijo de Magín y ahora es Magín el padre de Rafa». «A mí me gustaría ser el padre de Rafa y de David...». Eso es amor de padre.

Su hermano, en el alevín en el Mallorca

La vinculación de Rafa Mir con el Mallorca es notable. Además de haber sido el equipo en el que se formó su padre, su hermano David juega en las categorías inferiores del equipo bermellón. Tiene 11 años, milita en el alevín de segundo año del Mallorca y también es delantero, como su hermano mayo. «David es más mallorquinista que él», bromea Magín.