Los jugadores de la selección española usaron ayer petos rosas como gesto de apoyo a la lucha contra el cáncer de mama, que celebrará su día el próximo 19 de octubre. | Efe

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El camino de España hacia la conquista de un título nueve años después, en pleno proceso de una reconstrucción liderada por Luis Enrique, presenta tras ejecutar la dulce venganza ante la campeona de Europa en su hogar, Italia, el reto de la campeona del mundo, una Francia repleta de individualidades, el gran examen a un bloque que brilla como equipo.

La brillantez exhibida por una España plagada de bajas que venció por primera vez en su historia en terreno italiano, reforzó la figura de Luis Enrique como seleccionador. El futuro de España ya es presente y a las primeras de cambio tiene una oportunidad de título, nueve años después del fin del ciclo de oro en la Eurocopa 2012. Aún permanece Sergio Busquets, que igualará a Andrés Iniesta (131 partidos) y pasará a ser el cuarto jugador con más internacionalidades. Junto a él asumen el peso por experiencia Koke Resurrección, César Azpilicueta, Unai Simón como titular indiscutible en la portería.

Y aparecen nuevas figuras creadas por Luis Enrique. Una con el morbo añadido del reencuentro con la que era su selección y con el técnico que nunca le dio minutos. Aymeric Laporte, jefe de la defensa española desde la reciente Eurocopa, ante Didier Deschamps. En el último precedente entre ambas selecciones en el banquillo de Francia sin minutos. En San Siro, la voz cantante de la zaga de España. Posiblemente repitiendo pareja de centrales zurdos con Pau.

Problemas

En ataque, el gran referente goleador, Ferran Torres. Con 12 goles en 21 partidos, autor del doblete a Italia en un partido en el que recibió un golpe en el empeine que le ha impedido entrenar y provoca que llegue ‘entre algodones’ a la gran cita. Por nada del mundo se lo quiere perder y forzará por ser el 9 ante la ausencia de Álvaro Morata y Gerard Moreno. Son dos de una larga lista de catorce bajas que conceden mayor mérito a la presencia en la final.

Nunca repitió un once como seleccionador el asturiano y está cerca de hacerlo por primera vez ante una Francia que llega a San Siro tras una remontada épica contra Bélgica en Turín. Pasó de 0-2 a 3-2 en la segunda parte, impulsada por Karim Benzema y Kylian Mbappé y culminada por Theo Hernández en el minuto 90, con un equipo que sigue alternando momentos de gran fútbol y otros de excesiva pasividad.

Deschamps cuenta con un grupo de 21 jugadores tras las bajas de Lucas Digne y la de última hora de Adrien Rabiot.

Superada por completo por Bélgica en la primera mitad de la semifinal, Francia reaccionó empujada por el liderazgo de Benzema y por la electricidad de Mbappé, que dejó atrás las polémicas y demostró ser capaz de cambiar con una jugada la historia de un partido. Ambos y su velocidad son el gran peligro de una España que realiza presión alta y deja espacios al contragolpe..

Plan

Deschamps advirtió de que su equipo deberá saltar al campo de San Siro con el reto de quitar la posesión del balón a España y para hacerlo debería confirmar el 3-4-1-2 visto ante Bélgica, con la duda de quién reemplazará a Rabiot. Tchouameni o Jordan Veretout son las alternativas.

Mbappé, que firmó el penalti del 2-2 contra Bélgica, acompañará al intocable Benzema en la delantera, apoyado en línea de tres cuartos por Griezmann. El poderío de uno de los mejores tridentes del mundo es la gran amenaza de una España que encuentra en la defensa uno de sus aspectos a corregir.

El balance de duelos en fases finales cae del lado de Francia aunque el último precedente fue el único triunfo español, en los cuartos de la Eurocopa 2012 gracias a un doblete de Xabi Alonso. Los ‘bleus’ superaron a la Roja en las Eurocopas de 1884, 1996 y 2000 más el Mundial 2006.