Comunión en el terreno de juego. Los dos equipos de uno de los partidos de la jornada paran de mutuo acuerdo el partido y se unen en el centro del campo contra los abusos sexuales. | Twitter

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La escena ha dado la vuelta al mundo. Las jugadoras de fútbol de Estados Unidos han dado una lección de sororidad y de lucha compartida contra los abusos sexuales al llevar a cabo una acción coordinada en todos los partidos, una forma de mostrar públicamente su apoyo a dos jugadoras que denunciaron abusos sexuales de un entrenador.

En todos los terrenos de juego el partido se detuvo en el minuto seis. Las jugadoras saltaron al campo y se unieron unas con otras alrededor del círculo central. La cifra no es casual: seis años han tardado las autoridades estadounidenses en dar crédito a sus afirmaciones y en tomar medidas. «Qué imagen tan potente. Las mujeres estamos cambiando el mundo», ha mencionado al respecto Rita Maestre, de Más País, una de las muchas personas con proyección pública que se han hecho eco de la iniciativa.

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Por desgracia se trata de un tema recurrente. En la memoria quedan los escándalos de abusos sexuales que han rodeado al equipo norteamericano de gimnasia en los últimos tiempos, incluso motivando el compromiso de la estrella mediática Simone Biles, muy identificada con esta causa.

A una escala más local, en Mallorca, contamos con las últimas denuncias por parte de deportistas mujeres, en relación a hechos que en algunos casos sucedieron siendo menores de edad. En concreto, las últimas revelaciones sobre el caso que rodea el Centre de Tecnificació Esportiva de les Illes Balears (CTEIB) hablan de insinuaciones sexuales muy explícitas por parte de dos técnicos que han sido apartados por acosar y vejar a otros atletas. Constan ya tres denuncias ante las autoridades.

En el caso de la liga de fútbol femenino en Estados Unidos, la competición ha abierto una investigación a raíz de lo sucedido en el North Carolina Courage, dirigido hasta hace pocos días por el entrenador Paul Riley, quien desde hace tiempo acumula acusaciones de acoso, a las que se ha sumado recientemente la denuncia de dos exfutbolistas.

Lisa Baird, comisionada de la Liga Nacional de Fútbol Femenino (NWSL), renunció a su cargo por este escándalo, al saber que el comité ejecutivo había decidido ya su destitución. El terremoto generado llevó a la cancelación de una jornada de la competición regular. En la reanudación todas las jugadoras estuvieron de acuerdo y mostraron públicamente su repulsa a los abusos sexuales con esta llamativa acción.