Llorenç Serra Ferrer, entre los consejeros del Real Betis, López Catalán y Ángel Haro.

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Los diez folios que le remitieron a Lorenzo Serra Ferrer al término de la temporada 2018-19 para justificar su cambio de funciones en el Real Betis han salido a la luz pública, después de que el propio Serra haya desenterrado el hacha y llamado el miércoles reiteradamente «mentiroso» al vicepresidente del club, José Miguel López Catalán, que fue quien le entregó el mencionado informe, calificado por Serra como «vergonzoso».

El Mundo Deportivo ha publicado parte de estos documentos donde en general no dejan especialmente bien parado al mallorquín principalmente en su vertiente negociadora y de crear ambiente de trabajo.

El rotativo indica a raíz de la documentación que la labor de Serra Ferrer como director deportivo «no ha sido satisfactoria», que no consensuaba los fichajes con el entrenador, Quique Setién, «priorizando su opinión sobre ninguna otra», que no era válido para negociar con los agentes y clubes por su «poca capacidad de empatía», aparte de «no saber inglés, lo cual es un hándicap en el mercado internacional».

Se le echó en cara también a Serra no haber sido leal con la figura de Setién, al que criticaba a sus espaldas. «Tenemos constancia de que no ha sido leal y ha criticado en varios foros al entrenador (periodistas, béticos), lo cual ha hecho que el entrenador haya sido más cuestionado todavía».

Respecto al trabajo en la cantera se acusa a Serra de que su «gestión era nula, limitándose a ir a la ciudad deportiva a partidos o entrenos, pero sin reunirse con personas (entrenadores, responsables etc…) excepto con su mano derecha allí, Pep Alomar. Esa presencia de Pep Alomar ha supuesto un problema importante por empoderarse de unas funciones que no eran suyas y ejercer de director de cantera, con gran frustración por parte de mucho personal de cantera», se indica en los documentos que en su día redactaron los actuales gestores del Betis y que publica El Mundo Deportivo.

Por todo ello, finalizaba el informe, remitido en su día por López Catalán al resto del consejo —y del que se dio copia a Lorenzo Serra por petición de este— «nuestra decisión es que Lorenzo Serra salga de la estructura profesional del Club, y continúe solo ejerciendo las funciones de asesor deportivo del Consejo, pero sin tener jerarquía profesional sobre las diferentes áreas de la dirección deportiva». Serra dejaría de tener relaciones profesionales con agentes y otros clubes y su salario quedaba reducido a 120.000 euros anuales, más bonus, aunque luego se le propuso mantener el que tenía como director deportivo —muy superior— a lo que este se negó.

La aparición de Lorenzo Serra Ferrer como cabeza visible de la alternativa al consejo de administración del Real Betis liderado por Ángel Haro y José Miguel López Catalán de cara a la junta de accionistas del próximo 21 de diciembre ha agitado la actualidad verdiblanca y la guerra ya vuelve a ser total. La catarata de declaraciones por parte de Caro Ledesma, Salas, Galera y el propio Serra en contra de la gestión de Haro y Catalán han tenido sus rápidas consecuencias.