Imagen del defensa del FC Barcelona en su último encuentro. | Reuters

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El central del FC Barcelona, Gerard Piqué, ha concedido una entrevista en exclusiva a La Vanguardia que ha centrado este viernes un gran número de comentarios y reacciones. En ella, el catalán habla claro y sin tapujos de la situación por la que transita el club culé, y en la cual, según su opinión, tiene una gran responsabilidad la actual junta directiva, encabezada por el presidente Josep Maria Bartomeu.

Para Piqué, si el vestuario ha adquirido un peso específico exagerado en los últimos tiempos, amasando demasiado poder de decisión, ha sido por una suerte de vacío existente, en clara alusión a Bartomeu. «Si los jugadores hemos tenido el poder es porque otras personas no han querido ejercerlo», destaca.

La entrevista de Gerard Piqué, uno de los capitanes del Barcelona, ha sido recogida por la totalidad de medios nacionales y deportivos, que se fijan en declaraciones como que «tocamos el cielo con el triplete del 2015 y a partir de ahí el club ha ido cayendo en lugar de crecer».

Sobre la polémica que apuntaba al uso por parte del club de fondos para pagar a una empresa que desprestigiara a los futbolistas a través de las redes sociales, lamenta que «veo que mi club se ha gastado dinero, dinero que ahora nos están pidiendo, para criticar», en referencia a las peticiones del club para que sus estrellas se bajen el salario, atendiendo a las dificultades económicas derivadas de la pandemia del coronavirus.

En lo que respecta al afer Leo Messi, quien pidió salir al final de la pasada temporada, y al que la oposición de Bartomeu obligó a cumplir su contrato en vigor, aparentemente en contra de su voluntad, Piqué se cuestiona «¿cómo puede ser que el mejor jugador de la historia se levante un día y envíe un burofax porque siente que no le están escuchando? Leo se lo merece todo. Debemos preservar nuestras figuras, no desprestigiarlas. Me pone de los nervios».

En cuanto a la situación deportiva, Piqué afirma que el cierre de la pasada temporada con la goleada en Lisboa a manos del Bayern de Múnic fue «un drama», aunque en las vacaciones hizo «un reset» para digerirlo, porque «se trata de volver a empezar».

Ahora afirma que tiene «muy buenas sensaciones» con el nuevo entrenador barcelonista, Ronald Koeman, que utiliza «un mensaje muy directo, que al vestuario le ha gustado, y la dosis de trabajo ha aumentado».

Finalmente admite que pensó en marcharse del club, una situación ligada, dice a que «los dirigentes o el entrenador que tenía que venir» no contasen con él, porque «no tenía ningún problema» e insiste: «El Barça está por encima de todos».