Partido de la pasada temporada entre el Portmany y el Poblense de Tercera División. | Marcelo Sastre

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El Govern Balear ha trasladado a la Federació de Futbol de les Illes Balears (FFIB) el protocolo a seguir por parte de los equipos de Segunda División B y Tercera para que estos equipos puedan disputar partidos amistosos durante la pretemporada. La ‘nueva normalidad’ devenida por la propagación del COVID-19 ha motivado que el organismo autonómico haya endurecido las concidiones para que los equipos de nuestra Isla puedan disputar partidos de preparación. Básicamente hay dos condiciones básicas jugar con una diferencia de quince días entre partido y partido y si se desea disputar algún otro partido más antes de esas dos semanas, el Govern exige un PCR a los equipos cuya validez será solo de 72 horas. Esta segunda condición es muy difícil de asumir por los clubes ya que el coste de la pruebas deben abonarlo los clubes, un coste excesivo y que difícilmente alguna entidad futbolística de las islas podrá asumir.

Desde hace varias semanas los clubes estaban a la espera de conocer que hoja de ruta se seguía para poder hacer frente a una pretemporada diferente y desde ayer ya conocen las dos condiciones fundamentales.

No va a ser fácil por lo tanto de aquí al 18 de octubre cuando dé inicio la temporada que los equipos puedan jugar muchos partidos de preparación, no al menos en la cantidad ideal.

Desde la Federació de Fútbol atendieron las condiciones del Govern y las trasladaron a los clubes implicados. Muchos de los entrenadores de Tercera mostraron su disconformidad con las medidas impuestas. De esta forma Nico López, técnico del Llosetense, uno de los entrenadores con más recorrido del fútbol balear, se preguntaba a través de la red social Twitter que «si es verdad esta medida, qué diferencia hay en jugar cada siete días».

Isidro Marín, entrenador del Esporles, explicó que con estas medidas posiblemente puedan jugarse hasta «tres patidos amistosos» pero no más porque en su club, al igual que en el resto de equipos, no hay suficiente presupuesto para poder someter al equipo a las pruebas para detectar si hay algún jugador afectado por el coronavirus.

Esta medida afecta a la pretemporada, pero cuando el día 18 de octubre arranque el curso tanto en Segunda B como en Tercera, los equipos jugarán cada siete días y no cada quince como se exige ahora en el caso de que se organicen partidos amistodos.

Inicialmente la medida de los quince días es debido a que ese es el periodo de incubación y por lo tanto, durante este periodo de tiempo se podría detectar si algún jugador tiene síntomas de ser portador del COVID-19 y por lo tanto apartarlo del trabajo diario y someterlo al protocolo de cuarentena.

Carlos Martínez, entrenador del Platges de Calvià, reflexionaba en relación a esta medida. «A la espera de que nos la expliquen con algo más de profundidad, tenemos claro que lo primero es la salud. No tenemos tan claro que jugando 3 partidos en 45 días podamos preparar adecuadamente una pretemporada. La idea de los PCR está muy bien siempre que sepamos quién los paga porque que se haga cargo cualquier club me parece hoy pr hoy inasumible», subrayaba el entrenador mallorquín.

Por su parte, José Antonio García ‘Tato’, técnico del Santanyí, explicaba que en el fútbol balear los clubes prácticamente están de «meros espectadores». «Tenemos tan poca información que solo estamos de meros espectadores y asumiendo lo que van modificando cada día desde Sanidad. Creo que lo de los PCR’s sería un acierto pero ¿quiÉn lo paga?, es inasumible para cualquier club de tercera. 15 días entendemos que es un tiempo prudencial por si hay contagios, pero... seguimos entrenando con contacto entre nosotros. Nosotros personalmente tenemos un protocolo muy estricto pero sin pruebas no aseguramos que no tengamos algún positivo» reflexionaba Tato, que también cree que podrán llevar a cabo tres partidos de preparación de aquí a que finalice la temproada regular.

La incógnita en el resto de categorías

El protocolo inicial para que se puedan jugar partidos amistosos afecta a las categorías nacionales por lo que todavía a día de hoy están exentos los equipos de Reginal y del fútbol base. Muchos de ellos habían empezado a entrenar, pero debido a los rebrotes producidos y a la necesidad de evitar malos mayores, la gran mayoría decidió para a la espera de tener protocolos claros de actuación.

Sin embargo, por ahora no hay un plan concreto de cómo se va a organizar la pretemporada y que hoja de ruta se seguirá para que también estos equipos puedan llevara a cabo encuentros amistosos antes de que arranquen las competiciones en sus grupos.