El árbitro Jesús Gil durante el encuentro entre el RCD Mallorca y el Sevilla. | Cati Cladera

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Los árbitros españoles están sujetos desde este martes 1 de septiembre a una relación laboral de deportistas profesionales, informó la Federación Española de Fútbol.

Los colegiados profesionales que componen las plantillas de Primera y Segunda División pasan a tener un contrato de trabajo y a ser dados de alta en el régimen general de la Seguridad Social del que hasta ahora estaban excluidos, tras firmar un contrato laboral de deportista profesional con la Real Federación Española de Fútbol.

«Una reclamación histórica del estamento arbitral que ahora se convierte en realidad después de años de espera y que cambia el estatus de los colegiados españoles pasando de una relación jurídico administrativa a una relación contractual con la RFEF», explica la nota.

La iniciativa de la Real Federación Española de Fútbol «coloca al arbitraje español en la vanguardia europea y mundial», asegura el comunicado.