Imagen del partido disputado entre el Atlètic Balears y el Ibiza. | Redacción Deportes

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Los clubes de Segunda División B están pasando por un momentos muy complicado debido al parón que ha sufrido la competición por el brote de coronavirus y contrariamente a las entidades de Primera y Segunda División, cuyos presupuestos pueden dar un mayor margen de maniobra, en la categoría de bronce las estrecheces son mucho mayores.

El Atlètic Balears es uno de los últimos clubes de Segunda División B que estudia acogerse a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) con el fin de paliar las pérdidas ocasionadas durante estos meses. Este movimiento, en caso de concretarse, afectará a una docena de trabajadores y quedarán exentos el cuerpo técnico y la plantilla. Clubes de esta categoría como el Barakaldo, la Balona, el Sanluqueño y el Castellón, a día de hoy, han dado ya ese paso y previsiblemente durante esta semana serán más los clubes de esta categoría que tratarán de paliar la grave crisis economica surgida a raíz de la pandemia del coronavirus.

La idea con este movimiento, si termina concretándose, es la de proteger el club, paliar los gastos y regresar a la normalidad una vez que esta situación de alarma finalice y se active de nuevo el fútbol y la economía en general. Pero en estos momentos muchas empresas se ven en la necesidad de llevar a cabo este movimiento para tener un margen de maniobra que les permita tratar de equilibrar en la medida de las posibilidades gastos e ingresos.

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La principal inyección económica que ha recibido el club llega directamente del bolsillo de su propietario, Ingo Volckamm, que ha llevado a cabo un esfuerzo enorme para dotar al club de infraestructura y posibilidades de presente y futuro. Sin embargo, el club también ha llevado un trabajo muy voluminoso a nivel de márketing y los patrocinadores han ido abrazando el proyecto del club día a día. Con el parón que sufre la competición los ingresos en concepto de publicidad caen en picado y la situación en estos momentos motiva que se valore este ERTE, aunque también sobre la mesa hay otras opciones.

Si finalmente el ATB adopta esta medida, disminuirá las cantidades destinadas al pago de las nóminas a los empleados y la diferencia la abonará el Estado con el fin de perjudicar en la menor medida posible a los trabajadores. La plantilla y el cuerpo técnico quedarían exentos de este ERTE, un movimiento cuya decisión final depende de Ingo Volckmann.

La situación en el fútbol español y europeo en especial es tan compleja que hoy por hoy el futuro es incierto en todas las categorías. Pese a que hay clubes en Europa que anuncian tanto el regreso a los entrenamientos como también el posible arranque de las Ligas, en estos momentos es dar palos de ciego porque el escenario actual nadie puede asegurar cuándo volverá a rodar el balón con normalidad.