Los hinchas violentos, todos hombres de entre 20 y 30 años, fueron detenidos en las primeras horas de la madrugada por un amplio dispositivo de Policía Nacional y Policía Local. | Ayuntamiento de Sevilla

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Al menos 23 personas han sido detenidas tras los incidentes que han tenido lugar en las primeras horas de la madrugada de este sábado entre dos grupos de aficionados radicales del Betis y del Sevilla, que se enfrentan esta noche (20.45 horas) en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, después de protagonizar una pelea en las inmediaciones del puente de la Barqueta de la capital andaluza, y que se habían citado previamente por Whatsapp supuestamente para agredirse.

Según informa el Ayuntamiento hispalense, los sucesos comenzaron sobre la 1 de la madrugada, y a los detenidos se les han incautado diversos objetos contundentes, como palos, cuchillos, punzones y hachas.

El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ha indicado que no se descartan nuevas detenciones, así como que hay una persona herida en un hospital como consecuencia de estos hechos. Sanz ha explicado que los ultras «han utilizado las redes sociales» para quedar, de forma que «ha sido un enfrentamiento bajo una cita previa» realizada a través de Whatsapp «para una pelea».

Desde el Ayuntamiento explican que, sobre la una de la madrugada, una dotación de la Policía Local vio a un numeroso grupo de encapuchados vestidos de negro en La Cartuja, por lo que dio aviso a la Policía Nacional y solicitó más refuerzos del cuerpo municipal de seguridad.

Minutos después, los dos grupos comenzaron a pelear, resultando uno de ellos lesionado con traumatismo en la cabeza y herida abierta, siendo interceptado por la Policía Nacional.

Efectivos de la Policía Local y Policía Nacional cerraron la Cartuja y lograron detener a 24 ultras, según indica el Ayuntamiento, que precisa que los arrestados son hombres de entre 20 y 30 años de edad.

El delegado del Gobierno ha querido valorar «la reacción rápida y eficaz de la Policía, que llegó a tiempo justo y suficiente para evitar consecuencias peores y que quedaran impunes estos hechos», y ha precisado que entre los detenidos hay tres personas de Suecia «que parece que habían venido a ver el partido exclusivamente», pero que supuestamente estaban involucrados en la pelea y podrían estar vinculados a alguno de los grupos radicales que se han enfrentado.

Al hilo de este suceso, el delegado del Gobierno ha lamentado que «una vez más haya quien vuelva a confundir un día de fiesta del deporte con la violencia y el enfrentamiento entre grupos que en nada representan a la afición del deporte, ni del Sevilla ni del Betis».

Son, según ha insistido Antonio Sanz, unos hechos «lamentables, inaceptables y ajenos» a lo que debe ser «una fiesta del deporte», por lo que «no se pueden tolerar».

Finalmente, el delegado ha recordado el dispositivo especial de seguridad que se ha movilizado con motivo del citado partido de fútbol, declarado de alto riesgo por la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, y que está conformado por cerca de 900 efectivos, y ha deseado que «lo único que gane hoy sea el deporte».