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El Girona dio un nuevo paso hacia el ascenso, tras ampliar a once puntos su ventaja sobre el tercer clasificado, el Cádiz, al imponerse por 1-2 al Reus, en una jornada en la que el Rayo Vallecano se hundió en la penúltima posición, tras caer por 1-0 en su visita al Ramón de Carranza.

El conjunto madrileño, que tan sólo ha ganado uno de sus últimos doce partidos, volvió a demostrar sus debilidades ante un Cádiz que tomó ventaja en la lucha por la tercera plaza, que concede la ventaja de campo en la promoción de ascenso.

Una promoción a la que parecen abocados todos los rivales del Levante, que supera ya en dieciocho puntos al tercer clasificado, y del Girona, que con su sufrido triunfo en Reus, aventaja en once unidades al Cádiz, el equipo que marca en estos momentos la divisoria entre el ascenso directo y la fase de promoción.

Once puntos que hubieran podido verse reducidos a nueve si el Reus hubiera aprovechado el penalti del que dispuso en el tiempo de prolongación para igualar la contienda.

Sin embargo, Edgar Hernández, que hasta este domingo había anotado los dos penaltis que había lanzado en el campeonato, lanzó por encima del larguero la pena máxima, lo que permitió al Girona sumar un triunfo (1-2) que parecía segura para los visitantes hasta la expulsión de Rubén Alcáraz a seis minutos para la conclusión.

Un tiempo en el que el Girona, que hasta en entonces había dominado tanto en el juego como en el marcador, gracias a los tantos de Portu (m.48) y Sandaza (m.75), se vio superado por completo por el Reus.

Dominio que se transformó en acoso, tras el tanto de David Querol, que hizo soñar a los locales con el empate, tras firmar a los 89 minutos el 1-2 con el que finalmente concluyó el partido, tras el falló de Edgar Hernández desde los once metros en el minuto 92.

Mucho más plácido, pese al ajustado 1-0 final, fue el triunfo del Cádiz sobre un Rayo Vallecano, incapaz de crear apenas ocasiones de peligro en su visita al Ramón de Carranza.

Todo lo contrario que el conjunto local, que tras adelantarse en el marcador a los 36 minutos con un gol de Álvaro García, pudo doblar su ventaja antes de llegar al descanso, en un nuevo remate del centrocampista «amarillo» que se estrelló en el poste.

Un primer tiempo en el que apenas hubo noticias del Rayo, que como declaró el central Antonio Amaya «en la primera parte sólo estuvo representado por la afición».

Mejoró algo el conjunto madrileño en la segunda mitad con la entrada al terreno de juego del los delanteros Miku y Manucho, pero ni la presencia de los dos atacantes evitó la derrota del Rayo, que se hundió en la penúltima plaza, igualado a puntos con el colista, el Mirandés.

Situación clasificatoria que contrasta con la del Cádiz, que arrebató la tercera plaza a un Tenerife, que logró rescatar un valioso empate (2-2) en el campo del Getafe, gracias a un gol de Cristo González en el minuto 90.

Un tanto que supuso el colofón a un vibrante encuentro, en el que el Getafe pareció destinado a la victoria, tras firmar el argentino Alejandro Faurlín el momentáneo 2-1 a falta de cinco minutos para la conclusión.

Pero la ambición del Tenerife, que encadenó su undécima jornada consecutiva sin perder, permitió a los de Pep Martí igualar la contienda, con un gol (2-2) de Cristo González, que deja a los isleños en la cuarta posición.

Dos plazas por encima del Getafe, sexto, que cierra los puestos de promoción, con cuatro puntos de ventaja sobre un Huesca, que sigue soñando con la fase de ascenso, pese a ser incapaz de pasar hoy del empate (0-0) en su visita al campo del Almería.

Aunque para ello el equipo aragonés deberá paliar la falta de acierto que le condenó a una insuficiente igualada en el estadio de los Juegos Mediterráneos, donde ni locales, ni visitantes estuvieron acertados de cara al gol.

Una falta de puntería que impidió al Almeria escapar de los puestos de descenso, de los que sí se alejó el Gimnàstic de Tarragona, tras empatar hoy (2-2) ante un Sevilla Atlético, al que ni el doblete de Ivi le impidió encadenar su novena jornada -6 empates y 3 derrotas- consecutiva sin ganar.