El centrocampsita argentino del Atlético de Madrid, Nico Gaitán (3ºi), celebra con sus compañeros tras marcar el gol ante el Real Betis. | Efe

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Atlético de Madrid 1 – 0 Real Betis
Atlético de Madrid: Moyá; Vrsaljko, Savic, Godín, Filipe; Saúl, Gabi, Koke, Gaitán (Carrasco, m. 62); Griezmann (Giménez, m. 91) y Fernando Torres (Gameiro, m. 68).
Real Betis: Adán; Piccini, Pezzella, Donk, José Carlos (Nahuel, m. 69), Durmisi; Brasanac (Joaquín, m. 65), Dani Ceballos, Jonas Martin; Rubén Castro y Álex Alegría (Zozulia, m. 81).
Gol: 1-0, m. 14: Gaitán remata desde el suelo en el segundo palo tras un rechace en Donk.
Árbitro: Clos Gómez (C. Aragonés). Amonestó a los visitantes Piccini (m. 60) y Alex Alegría (m. 79).

Un gol del argentino Nicolás Gaitán en el minuto 8 evitó otra decepción del Atlético de Madrid, desdibujado todo el partido, encomendado a ese tanto, a algún contragolpe y a la nulidad rematadora del Betis para sumar tres puntos en el Vicente Calderón, mientras recompone una versión más cercana a su nivel.

El resultado fue indudablemente lo mejor este sábado del equipo rojiblanco, subido a una racha en la Liga de muchos más puntos, nueve de nueve posibles, que de juego, de nuevo repleto de dudas, de nuevo al ritmo que le marcó su adversario, un Betis al que le sobró dominio del balón y le faltó pegada, toda la que tuvo el Atlético.

Porque no hay muchas diferencias entre el Atlético de noviembre y diciembre, el que sumó más derrotas que victorias en la Liga, y el actual, pero sí hay una fundamental: la efectividad arriba. Si antes la primera ocasión del choque, casi siempre suya, iba fuera, ahora es gol. Con todo lo que supone eso para el equipo rojiblanco.

Le ha ocurrido en las últimas tres jornadas del campeonato, contra Las Palmas, el Eibar y el Betis, las tres con victorias del conjunto madrileño, relanzado por esa cualidad que perdió hace dos meses y que ha recuperado ahora, porque con la Real Sociedad, con el Villarreal o con el Sevilla tuvo la primera, falló y luego perdió.

Ahora la aprovecha y ahora gana, como este sábado frente al Betis, desde el gol en el minuto 8 del argentino Nicolás Gaitán, que crece contra las dudas de todo el semestre anterior; hoy por segunda vez, cuatro meses después, con continuidad en el once dos partidos seguidos y con un tanto, el que marcó con la izquierda para el 1-0, lanzándose al suelo para conectar un despeje fallido de Ryan Donk.

Porque el Atlético, por lo demás, alterna algún ratito de dominio y buenas combinaciones con otros, muchísimos este sábado, anodinos, sin ese control que ejercía sobre su adversario, ya fuera con el balón o sin él. También sufre en el repliegue, cuando la posesión es de su rival, y le siguen llegando bastante más que en el pasado.

No tuvo claridad entonces el Betis, aliviado cuando un remate del francés Antoine Griezmann se fue alto, allá por el minuto 10, y empeñado desde entonces en tener la pelota, en subir hacia arriba, en poner en aprietos al Atlético y a su portero, Miguel Ángel Moyá, en tensión siempre y exigido unas cuantas veces antes del descanso.

La sensación del campo, del juego, no tenía relación con lo que señalaba el marcador, el 1-0, al término del primer tiempo, en el que, menos los primeros diez minutos, el duelo lo manejó el Betis, el cómputo de las ocasiones y tiros a portería ligeramente también, la circulación del balón... Casi todo, menos el gol, del Atlético.

Le desdibujó mucho tiempo el Betis, también casi todo el segundo tiempo, con precisión, con movilidad y con el juego centrado casi siempre en campo del conjunto rojiblanco, sin apenas capacidad de salida salvo algún chispazo, como la pared entre Fernando Torres y Gabi que repelió Adán ante el delantero y sin la fórmula, ni táctica ni futbolística, de rearmarse ante tal control de su rival.

Mientras el conjunto verdiblanco movió y movió la pelota, con Dani Ceballos al mando de las operaciones, y Rubén Castro intentó insistentemente el tiro sin el éxito del 1-1 -todos sus lanzamientos fueron centrados-, en el Atlético no hubo noticias de hombres esenciales en su esquema ofensivo, como Griezmann, como Koke...

Fue el belga Yannick Carrasco, de vuelta tres partidos de baja después, cuando entró por Gaitán a la hora del duelo, el que devolvió algo de acción ofensiva al Atlético, con un derechazo despejado por Adán, una luz dentro de las sombras en el juego y el ataque rojiblanco, ganador porque aprovechó su primera ocasión.