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El Real Madrid accedió doce años después a una final de Liga de Campeones, con una goleada histórica en su primer triunfo en Múnich (0-4), en un duelo convertido en una reivindicación de un estilo con claves como la mano de Ancelotti, la venganza de Ramos y la pegada de Cristiano.

1 La mano de Ancelotti
Tenía la fórmula en Múnich, terreno maldito del Madrid donde nunca había ganado, y bendito para Ancelotti, donde nunca perdió. El italiano es el gran vencedor del pase a la final. Su imagen sale reforzada. Alejado del ruido que acompañó a Mourinho y más cerca de la imagen calmada y la mano izquierda de Del Bosque. La forma en la que manejó los conflictos le reforzó ante sus jugadores. Sus triunfos en la final de Copa y Liga de Campeones dejan en el olvido la leyenda de que no vencía a ningún rival directo. Se ha ganado su continuidad pase lo que pase.

2 La venganza de Ramos
El fútbol ofrece, casi siempre, la opción de venganza y todo el madridismo tenía ganas al Bayern pero especialmente un jugador, Sergio Ramos. Sufrió su peor momento cuando lanzó a las nubes el último penalti de la tanda madridista de semifinales de hace dos años. Aguantó chistes de todos los colores y hasta la mofa de su rival, Neuer, al que ayer marcó dos goles con dos testarazos de raza que eran su forma de hablar sobre el campo. El andaluz fue un guerrero de la defensa, como sus compañeros, midiendo más que nadie el peligro de una cartulina amarilla que le habría alejado de la final con la que sueña. Es su gran objetivo desde que llegó al Madrid.

3 El sacrificio del equipo
El Madrid no fue un grupo de individualidades, las explotó partiendo del concepto equipo. Se mostró en la implicación defensiva de todos los jugadores, incluidos jugadores que en otros partidos rebajan el nivel de esfuerzos cuando no tienen el balón. Benzema y Cristiano colaboraron para que la presión fuese alta al Bayern. Bale hizo un esfuerzo titánico para ayudar a Carvajal a secar a Ribery y doblegarse en ataque en contragolpes que siempre hicieron daño.

4 El récord goleador de Cristiano
Nunca nadie en la historia de la Champions había superado la barrera de 14 tantos. Cristiano la fulminó para protagonizar un nuevo registro goleador. Sus 16 tantos en diez partidos muestran su importancia. El Madrid confiaba antes de visitar Múnich en que marcaría y el portugués nunca había faltado a la cita en una eliminatoria europea con su club en los tres últimos años. Dejó un doblete que le reivindica como el mejor del mundo. Ambicioso, su reto es dar al madridismo la ‘Décima’.

5 La reivindicación de un estilo
La semifinal profundizó una lucha de estilos entre un Bayern retocado por Pep Guardiola, que aumentó el toque y la posesión pero ante el Madrid restó profundidad y disparos a puerta. En el Allianz tardó una hora en hacer intervenir a Iker. El 5-0 total es una bofetada futbolística. Reivindica el estilo por el que apuesta Ancelotti en el Madrid, toque y cariño hacia el balón pero velocidad en la transición. Lo ha modelado a semejanza de sus estrellas. Con Bale, Cristiano, Di María y Benzema no podía jugar a otra cosa y perfeccionó una base dejada por Mourinho. Cuando tuvo que jugar al contragolpe destrozó al Bayern.

6 El balón parado
Ancelotti sabía que el gran defecto del Bayern llegaba en las acciones a balón parado. Las ensayó en entrenamientos y sus jugadores las calcaron en el Allianz Arena. Los dos goles de Ramos fueron un golpe imposible de levantar para su rival. El córner de Bale y la falta lateral de Di María buscaban la potencia aérea del central andaluz. La defensa en zona de ese tipo de acciones del conjunto alemán quedó en evidencia. El infierno se apagó a balón parado.

7 El año de Casillas
Se perfilaba como su temporada más difícil, tocado por la herencia de Mourinho y el enfrentamiento personal que le convirtió en suplente. La llegada de Ancelotti no ayudó a mejorarlo. Su decisión de repartir competiciones le dejóa expensas de la Copa y la Champions. La primera la ganó y ya está en la final de la segunda. No ha encajado ningún gol en cuartos y semifinales. Factor clave de éxito.

8 La amarilla de Xabi Alonso
El partido se presentaba con un factor de alto riesgo para Ramos y Xabi Alonso. Le costó al tolosarra el castigo más duro que puede recibir un titular con salud para jugar. Su baja en Lisboa será un quebradero de cabeza.