El jugador del Real Madrid Isco (i) celebrar tras marcar el segundo gol ante el Real Betis. | Efe

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Real Madrid 2 - 1 Real Betis

Real Madrid: Diego López; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Khedira (Casemiro, m.55), Modric; Özil (Di María, m.69), Isco, Cristiano Ronaldo; y Benzema (Morata, m.80).

Real Betis: Andersen; Chica, Paulao, Perquis, Nacho; Matilla, Nosa, Verdú (Braian Rodríguez, m.79); Juanfran (Vadillo, m.69), Cedrick (Juan Carlos, m.64) y Jorge Molina.

Goles: 0-1, m.14: Jorge Molina. 1-1, m.26: Benzema. 2-1, m.87: Isco.

Árbitro: Jesús Gil Manzano (colegio extremeño). Amonestó a Modric (50) por el Real Madrid; y a Matilla (29) por el Real Betis.

Un cabezazo de Isco Alarcón a tres minutos del final, dio el triunfo a un Real Madrid que inició su reconversión con dudas, en el estreno oficial de Carlo Ancelotti, remontando a un Real Betis brillante que fue de más a menos y dejó escapar una gran oportunidad de conquistar el Bernabéu (2-1).

El estreno del nuevo Real Madrid sembró dudas en un estadio Santiago Bernabéu donde se volvía a instalar la normalidad. Superada la 'tormenta Mourinho' que crispó el ambiente y enfrentó aficionados, la ilusión marcaba los primeros pasos de una nueva era con Carlo Ancelotti al mando. Pocos esperaban un rival tan duro como el Real Betis, con Pepe Mel dando una lección desde el banquillo.

Fue valiente el técnico bético que salió a por el Real Madrid en su estadio. Consciente de que hay piezas por encajar en un equipo que comienza a rodar. Era el momento de 'morderle' arriba con una presión que hizo desaparecer su centro del campo. De atacar sus bandas con dos 'diablos' veloces como Cedrick y Juanfran.

La puesta de largo de una nueva propuesta futbolística del Real Madrid comenzaba con dudas e irregularidad. Enterrado el contragolpe más letal, la idea es ser dueño del balón. Ancelotti junta a Modric, Isco y Özil y lanza un mensaje de buen aroma futbolístico. Pero tienen que encajar. De momento deja pistas de la diversión que espera ofensivamente pero también del sufrimiento defensivo que le llega.

La primera decisión de entrenador de Ancelotti mostró su personalidad. No le tembló el pulso para sentar a Iker Casillas y mantener en la titularidad a Diego López. Sorprendió a todos. Hasta a los protagonistas. Nadie sabía por quien se decantaría tras repartir minutos en pretemporada. Todos sospechaban que tiraría de galones.

Y Diego no tuvo una noche sencilla. Numerosos desajustes defensivos y el descaro de un Betis europeo, le hicieron intervenir continuamente. A los cuatro minutos ya había dejado la primera parada a un testarazo de Jorge Molina tras un centro de Nacho en el costado izquierdo. El dueño era Cedrick. El jugador que pasó a la historia por comprar su traspaso por 1,2 euros, es un extremo rápido y descarado que dio el partido a Carvajal.

Suya fue la jugada del gol que rompió el partido. El segundo aviso bético lo sacó Diego al borde de la legalidad con una salida rápida para tapar el disparo de Juanfran. Nada pudo hacer cuando Cedrick se fue con pasmosa facilidad de Sergio Ramos y se la puso a Jorge Molina para el gol.

Aturdido el Real Madrid, el Real Betis se lanzó por el segundo. Era la primera sorpresa del campeonato. De nuevo Cedrick desequilibró por banda. Sentó a Carvajal y el balón cayó a Verdú que con todo a favor chuta ajustó demasiado su disparo.

Llegaba físicamente un punto por encima al estreno liguero el Betis pero el ritmo que impuso sería difícil de mantener. El Real Madrid comenzó a despertar cuando Modric tocó e Isco se asoció con rapidez. Cristiano chutaba desviada una falta, Marcelo rozaba el poste con un centro envenenado y Benzema lanzaba a las nubes su primera ocasión clara.

Hay futbolistas con los que el aficionado madridista tiene ya poca paciencia. Benzema escuchó algún silbido tras su fallo. En la primera jornada. Respondió en dos minutos. Isco vio su movimiento y el francés soltó un zapatazo escorado a la red. Lo celebró con rabia. Sin Gonzalo Higuaín, asume la responsabilidad del gol. Es su última prueba. El Real Madrid necesita un nueve matador.

No se amilanó el Betis con el empate. Dirigido magistralmente por Verdú, que hizo todo bien, siguió buscando las cosquillas a la defensa madridista. Jorge Molina hizo intervenir a Diego con un disparo que se envenenó tras rebotar en un zaguero y el travesaño salvó al portero gallego cuando Nosa remató a placer un saque de esquina.

Se cerró el primer acto con Cedrick reclamando penalti tras ser derribado por Carvajal cuando iba a rematar. El Betis había comprobado como podía conquistar el Bernabéu y la forma en la que se le podía escapar la oportunidad. Con arranques de rabia de Cristiano o un detalle de Isco porque Özil estaba desaparecido y no iba a aparecer.

Y en la reanudación llegó menos el conjunto andaluz que intentó cerrar espacios para evitar que saliesen las armas ofensivas madridistas. Cristiano lo intentaría de todas las formas posibles. La madera repelió su derechazo nada más iniciarse el segundo acto. No llegó a una jugada de Marcelo por milímetros. El dominio comenzaba a ser para el equipo de Ancelotti.

Los contraataques de Cedrick quedaban como principal bala bética hasta que Mel decidió sustituir al jugador del partido. El resultado paso a depender del acierto y la paciencia madridista. La puntería de Cristiano en pretemporada no llegó en el estreno oficial. La más clara la chutó a los pies de Andersen, que supo tapar puerta en el mano a mano ante el portugués.

En el otro área Diego López se desesperaba ante la permisividad defensiva. Nosa, con todo a placer y sin el marcaje de nadie, cabeceó mal un centro de Juan Carlos. Ancelotti recurría a Di María para dar la 'electricidad' que faltaba al juego de su equipo.

El argentino lo intentó, sintiendo ya la enorme competencia que le llega si llega Gareth Bale. Con muchas ganas de brillar soltó un zapatazo ante el que respondió bien Andersen y lo tuvo todo a su favor a los 77 minutos, tras brillante acción de Modric, pero chutó mal.

Los cambios de Mel empeoraron a su equipo. Sustituyó a Verdú y acabó cediendo al empuje madridista. De la nada Marcelo sacó un pase medido y apareció Isco para marcar con un cabezazo perfecto a la red. Era el estreno en su nuevo estadio de un futbolista que está llamado a marcar una época. En su primer día se marchó escuchando como en el coliseo de la Castellana resonaba un cántico con su nombre. El madridismo respiraba tras un sufrido inicio de temporada.