En esa dirección, Víctor Valdés afirmó ayer sentirse preparado para realizar un buen papel en la Copa Confederaciones. «Desde la primera lista de Sudáfrica en la que el míster me llamó me sentí como el niño más feliz del mundo. Hoy sigo con las mismas sensaciones, me siento un privilegiado y para mi lo más importante es formar parte de este grupo, si juego a intentar hacerlo bien y si no pues a apoyar a los jugadores», declaró el guardameta barcelonista.
El cancerbero catalán tendrá una dura competencia en la portería con Pepe Reina, pero sobre todo con Iker Casillas, que ha vuelto a jugar tras cinco meses sin hacerlo con el Real Madrid. «Está igual que siempre, de gran capitán, entrenando muy bien, muy fuerte, y lo veo tan motivado como siempre», aseguró Víctor Valdés.
Preparado
Si el seleccionador nacional Vicente del Bosque decide alinearle bajo los palos, Valdés afirma mostrarse preparado para ello, como ya pasó en París contra Francia. «Cuando me toca participar lo intento hacer lo mejor posible, en aquel partido salí con muy buenas sensaciones, es un estadio que me encanta, una ciudad que adoro y salió bien, pero si no juego tengo que aportar al grupo», destacó el guardameta.
Valdés espera que la Copa Confederaciones sea una buena experiencia previa al Mundial del año que viene, en donde España aún tiene que sellar su pase. «La Confederaciones es una buena toma de contacto, pero es un torneo diferente en el que te enfrentas a otras selecciones. El Mundial está aún un poco lejos y habrá que ver si esto nos da ventajas, pero primero hay que clasificarse».
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