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El Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol (RFEF) decidió sancionar con dos partidos al defensa Pepe y con uno al entrenador Jose Mourinho y al centrocampista Mesut Özil, todos del Real Madrid y expulsados el miércoles en partido de Liga en Villarreal. Apelación, por su parte, desestimó los diferentes recursos presentados por la entidad blanca, lo que mantiene el mismo castiga.

Competición ha dejado sin efecto la primera amarilla mostrada por el colegiado José Luis Paradas Romero al defensa Sergio Ramos, expulsado por doble amonestación, y ha suspendido con dos partidos al preparador físico madridista Rui Faria, expulsado con roja directa por aplaudir una decisión del árbitro desde el banquillo.

Tras estudiar las alegaciones del Real Madrid y las pruebas videográficas aportadas por el club, el Comité ha acordado dejar sin efecto la amonestación mostrada a Pepe (m.44) por entender que el jugador «no incurre en simulación» y que cae derribado por «el impacto de un contrario», aunque considera que debe ser sancionado por los insultos al árbitro al final del partido, según el acta.

«Una vez finalizado el encuentro y estando en el túnel de vestuarios, el dorsal número 3 del Real Madrid, Kepler Laverán De Lima Ferreira, se dirigió a nosotros a gritos, diciendo textualmente: ¡Vaya atraco, hijo de puta!», señala el acta.

Por este motivo el Comité ha castigado con dos partidos a Pepe, por dirigirse al árbitro en términos de menosprecio, con multa accesoria de 180· al club y de 600· al jugador luso (artículos 117 y 52) del Código Disciplinario.

Acta

Competición considera que prevalece la veracidad del acta; que las palabras de Pepe «constituyen un reproche merecido dentro del orden disciplinario» y alude a la doctrina emanada del Tribunal Constitucional.

Según ésta, «aquellas personas que tienen como función el desarrollo de una actividad que despierta el interés público deben ver aminorados sus derechos subjetivos» y «prohíbe herir o lesionar la figura moral y la reputación del sujeto pasivo fuera del derecho a la crítica o la discrepancia».

En el caso de Ramos, que vio la primera amarilla en el minuto 52 por «infringir persistentemente las reglas del juego» y la segunda en el 84, «por desplazar con el brazo a un adversario en la disputa del balón», Competición ha dejado sin efecto la primera amonestación ya que considera que existe «indeterminación en la denuncia».

Por último Competición también ha desestimado los argumentos del Real Madrid en defensa del preparador físico Rui Filipe da Cunha Faria, expulsado en el minuto 49 por aplaudir una de las decisiones del árbitro desde el banquillo.

Según el Comité, las alegaciones del Real Madrid «en modo alguno revelan un error material manifiesto en el director de la contienda, único supuesto que podía hacer quebrar esa interina certeza de que goza el relato fáctico del acta».

Al «concurrir la circunstancia agravante de reincidencia», Rui Faria tendrá que cumplir dos partidos de sanción, con multa de 600· al infractor y de 180· al club (artículos 119, 11, 12 y 12).