El delantero argentino del FC Barcelona Lionel Andrés Messi (c) y el centrocampista del Sporting Ignacio Cases (i) luchan por el balón durante el partido. | Efe

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Sporting 0 ? 1 F.C. Barcelona


Sporting: Juan Pablo, Lora, Botía, Iván Hernández, Canella, Rivera, Nacho Cases (Bilic m 78), Óscar Trejo (Ayoze m 74), André Castro, De las Cuevas y Barral.

F.C. Barcelona: Valdés, Alves, Mascherano, Abidal (Maxwell m 55), Adriano (Keita m 78), Xavi, Busquets, Thiago, Pedro (Piqué m 56), Messi y Villa.

Gol: 0-1 Adriano (m 11).

Àrbitro: Clos Gómez. Mostró tarjetas amarillas a Nacho Cases (m 34), Pedro (m 49), Andre Castro (m 86), Busquets (m 90)


El Barcelona se llevó la victoria en El Molinón con un gol de rebote, en un partido que dominó totalmente, pero sin la brillantez de otras veces, ante un Sporting muy temeroso, que no inquietó a Víctor Valdés en ningún momento.

El Sporting último de la clasificación con un solo punto recibía a un Barcelona campeón de casi todo en la última temporada, lo que preveía un partido desigual y así se desarrolló, pero no más que cuando el conjunto de Guardiola se enfrenta a cualquier otro equipo, incluidos los de la Liga de Campeones.

Preciado esta vez sí alineó a los mismos hombres con los que estuvo entrenando a lo largo de la semana y dio el mando de las operaciones al joven Nacho Cases, pero el problema es el que prometedor centrocampista rojiblanco apenas pudo contactar con el balón porque éste era, como casi siempre, posesión del equipo barcelonés.

El dominio azulgrana se inició con el pitido inicial y éste se materializó en el minuto 11 en una jugada en la que los sportinguistas tuvieron mala suerte. Comenzó con un disparo al poste de Xavi, el balón salió rebotado hacia una banda donde lo cogió Adriano que disparó, su chut tocó en Canella que lo desvió lo suficiente para que Juan Pablo no llegara.

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Antes del gol del Barcelona, Villa tuvo dos ocasiones, una fue fuera y la otra fue rechazada por Juan Pablo en unos primeros minutos en los que el Sporting apenas pasó del centro del campo y se limitó a defenderse con bastante orden del juego azulgrana.

Las escasas ocasiones en las que los locales se hacían con el balón trataban de hacer un juego muy vertical pero la defensa visitante no tenía que esforzarse mucho para frustrar los intentos ofensivos de los rojiblancos.

La mejor ocasión un remate de cabeza flojo de Trejo y remate al borde del descanso de Nacho Cases que obligó a Valdés a su única intervención de toda la primera parte en una jugada en la que Mascherano fue arrollado por su compañero Alves y recibió un golpe en la cabeza que le dejó aturdido.

La afición sportinguista respondió a lo esperado y apoyó en todo momento e incluso le dedicó una sonora pitada a Clos Gómez tras varias decisiones de éste que no gustaron, en especial una falta que pitó a André Castro cuando este se iba de Mascherano y encaraba a Valdés.

La primera parte tuvo poca historia porque fue un monólogo azulgrana ante un Sporting que se mostró bastante temeroso tal vez para darle la razón a su entrenador cuando esta semana manifestó que él no era «amarrategui, pero mucho menos gilipollas» en referencia al planteamiento que iba a hacer ante los de Guardiola.

El Sporting trató de ofrecer algo más de lo que había mostrado en la primera parte y salió con un mayor ímpetu que le llevó a acercarse un par de veces a las inmediaciones del área de Valdés en los primeros minutos pero la lógica no tardó en imponerse de nuevo y los azulgranas recuperaron el control del juego sin que ninguno de los dos equipos llegaran a protagonizar jugada alguna de peligro.

A los diez minutos, Abidal tuvo que retirarse lesionado lo que Guardiola aprovechó para hacer un doble cambio sustituyendo también a Pedro y dando entrada a Maswell y Piqué sin que cambiara nada en el desarrollo del juego.

Los rojiblancos siguieron poniendo empeño en complicarle las cosas al Barcelona y la lucha en el centro del campo se hizo más intensa lo que propició algunos robos de balón con los que el Sporting trataba de montar rápidos contrataques que no fructificaban pero que al menos hacían que la defensa visitante no estuviese tan cómoda como en los primeros 45 minutos.

Llegaron entonces varios cambios y unos minutos de juego sin continuidad con un Barcelona dejando pasar los minutos sin hacer demasiada sangre y un Sporting poniendo corazón y garra pero esto poca cosa para poner en apuros a un rival que sin dominar tanto como en la primera mitad si fue claramente superior a los gijoneses.

El Barcelona se llevó la victoria de El Molinón y lo hizo sin que Villa o Messi marcasen lo que no deja de ser noticia dado el estado de forma del argentino y la racha del asturiano contra su exequipo.