El centrocampista del Sporting de Gijón Alberto Rivera (d) pelea un balón con el centrocampista húngaro del Osasuna Krisztian Vadócz. | Efe

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Sporting 1 - 0 Osasuna


Sporting: Juan Pablo, Lora, Botía, Iván Hernández, José Angel, Rivera, Nacho Cases, Nacho Novo (Eguren,m.71), André Castro (Diego Castro,m.62), De las Cuevas (Luis Morán,m.77)y Barral

Osasuna: Ricardo, Nelson, Lolo, Miguel Flaño, Monreal, Cejudo (Lekka,m.83), Puñal (Calleja,m.77), Vadocz, Nekouman, Camuñas (Pandiani,m.60) y Sola.

Goles: 1-0: m.65: Barral.

Àrbitro: Fernando Teixeira Vitienes. Mostró tarjetas amarillas a Barral (m.16), Lolo (m.39), Nukounan (m.82)

El Sporting ha dado un paso de gigante en pos de la permanencia al imponerse al Osasuna por un solitario gol de Barral que se aprovechó de un fallo en defensa para que su equipo aumentase su buena racha, con tres victorias consecutivas en las que no ha encajado ningún gol.

Preciado ya había advertido a lo largo de la semana que éste era un partido para sufrir y que ganar al Osasuna iba a resultar tan complicado como hacerlo al Real Madrid, ya que los dos equipos llegaban a este encuentro buscando ratificar su buen momento de forma y, por lo menos, conservar la ventaja que tienen con los puestos de descenso.

El Sporting salió tocando el balón con velocidad y verticalidad y en el primer minuto de juego Barral ya había disparado dos veces obligando a Ricardo a dos buenas intervenciones.

No obstante, el Osasuna no se puso nervioso y poco a poco fue restableciendo la igualdad en la posesión de balón en lo que se convirtió en una lucha en el centro del campo.

Los locales lo intentaron por las bandas, pero sus centros eran fácilmente controlados por la defensa navarra que a su vez también trataba de llegar con jugadas por los extremos, lo que dio lugar a unos minutos de juego entretenido , aunque sin claras ocasiones para ninguno de los dos equipos.

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Miguel Flaño, de cabeza en un córner, fue el primero de su equipo que remató a puerta, pero lejos de los tres palos, y De las Cuevas finalizó una internada personal con un disparo cruzado al que respondió Ricardo con una buena parada, desbaratando la que hasta ese momento había sido la jugada más clara del encuentro.

Osasuna respndió con un flojo disparo de Cejudo y, acto seguido, Nacho Novo, en una posición mucho más propicia para él, lanzó con n potencia y el balón salió rozando la escuadra derecha de la portería de Ricardo en la segunda gran oportunidad rojiblanca.

Hasta ese momento, el Sporting había creado las ocasiones más claras, pero Osasuna metió el miedo en el cuerpo a los aficionados en un remate desde el borde del área de Camuñas que salió rozando el poste con Juan Pablo, prácticamente batido.

Los gijoneses cambiaron su juego por las bandas por uno más directo y durante muchos minutos mandaron balones sobre Barral para tratar de aprovechar una segunda jugada o un rechace, pero la estrategia no salió bien ya que el Osasuna se defendió con orden.

Los primeros minutos de la segunda parte siguieron los derroteros de la primera hasta que en el Sporting forzó una falta en la que se incorporó Botía al ataque, que tocó de cabeza los justo para dejar el balón muerto en el área pequeña, al que no llegan ni Barral ni Nacho Novo por centímetros.

La réplica visitante llegó a pies de Sola, que bordeando el fuera de juego arrancó vertical, aunque su disparo fue despejado por la defensa sportinguista a córner.

El partido bajó ahí enteros, pero la incertidumbre sobre el resultado final mantenía a los espectadores pegados a sus asientos hasta que llegó la explosión de alegría local con el gol de Barral que se aprovechó de un mal entendimiento entre Lolo y Ricardo para batir al portero de Osasuna.

Mientras los locales festejaban este gol, los protagonistas de la jugada se enzarzaron en recriminaciones mutuas que duraron algunos minutos hasta que los respectivos entrenadores empezaron un rosario de cambios con el fin de reactivar el partido.

Preciado dio entrada a Diego Castro, su mejor hombre en ataque, ya recuperado de una lesión, y Mendilibar a Pandiani, pero a raíz del gol el Sporting pasó a dominar más a pesar de que los dos siguientes cambios locales fueron más defensivos con la entrada de Eguren y Luis Morán.

Los últimos minutos fueron claros para el Sporting que incluso creó alguna otra ocasión de peligro como una de Luis Morán a la que Ricardo respondió con una buena salida cuando el tiempo añadido se estaba cumpliendo.