El delantero francés del Real Madrid Karim Benzema celebra su primer gol, segundo de su equipo. | Efe

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Racing 1 - 3 Real Madrid

Racing de Santander: Toño; Pinillos (Francis, min 80), Osmar, Torrejón, Christian; Kennedy, Colsa, Lacen (Tato, min 89), Munitis; Giovani y Rosenberg.

Real Madrid: Casillas; Ramos, Carvalho, Pepe, Marcelo; Ozil (Alex, min 90), Granero (Canales, min 80), Xabi Alonso, Di María; Benzema (Albiol, min 80) y Adebayor.

Goles: 0-1, min 23. Adebayor. 0-2, min 26. Benzema. 1-2, min 71. Kennedy. 1-3, min 76. Benzema.

Àrbitro: Rafael Ramírez Domínguez (comité andaluz). Mostró cartulinas amarillas a Ramos y Xavi Alonso por el Real Madrid y a Rosenberg y Torrejón por el Racing.


El Real Madrid, con dos goles de Benzema y otro de Adebayor, se impuso al Racing en un partido en el que los blancos fueron muy superiores en la primera parte, para dormirse en la segunda y despertar sólo tras el gol de Kennedy, después de que Pinillos fallara un penalti.

El Real Madrid, que no acusó la baja de Cristiano Ronaldo y también falló un penalti, por medio de Adebayor, puso fin a una racha de seis partidos invicto del Racing.

Las bajas condicionaron las alineaciones de ambos equipos. En el Real Madrid, Cristiano Ronaldo se perdía su primer partido de Liga de la temporada y en el Racing destacaban las ausencias de los lesionados Adrián y Arana y de los sancionados Henrique y Cisma.

José Mourinho apostó por jugar con dos «nueves», Adebayor y Benzema, y situó a Granero en la medular junto a Xavi Alonso; mientras que Marcelino García Toral presentó un equipo de circunstancias, con el joven canterano Osmar como central y debutando como titular el media punta mexicano Giovani Dos Santos.

El Racing salió con una fuerte presión sobre la línea de creación del Real Madrid, pero antes del minuto diez los blancos ya habían dado dos avisos. El primero en un fallo de la defensa que dejó solo a Adebayor, que disparó mal de volea y, el segundo, en un disparo desde la frontal del área de Di María, que se fue ligeramente alto.

Poco después, Xavi Alonso sacó una falta que se estrelló en el travesaño. Pero, sin duda, la ocasión más clara la tuvo Marcelo, cuando ganó la espalda a la defensa, regateó a Toño y, a puerta vacía, cruzó en exceso.

El dominio era del Real Madrid y el Racing se defendía con orden a la espera de un contraataque como el que protagonizó el sueco Markus Rosenberg en jugada personal, que culminó con un disparo desde el vértice del área, ajustado al poste, que despejó Casillas a saque de esquina.

El Real Madrid, que se había encontrado otra vez con la madera a disparo de Benzema, en apenas tres minutos anotó dos goles, con sendas asistencias de Mesut Ozil para que marcaran a placer Adebayor y Benzema. El primero fue la guinda de una triangulación al primer toque fraguada en la frontal del área y, el siguiente, el remate para una asistencia vertical del alemán a la que estuvo atento el togolés.

Al descanso se llegó con un marcador corto para los méritos de un Real Madrid que, de la mano de Ozil, pasó por encima del Racing y disparó catorce veces a puerta.

El Racing salió bien en la segunda parte y pudo acortar distancias cuando Giovani se internó en el área y fue objeto de un claro penalti por derribo de Xavi Alonso. Pero Pinillos, como la pasada jornada hizo Adrián, lo ejecutó mal con un disparo flojo que atajó Casillas.

El ritmo del Real Madrid ya no era el de la primera parte y se limitaba a tocar y tocar ante un Racing que hacía todo el desgaste en la presión para tratar de salir a la contra. La ambición de los cántabros dio fruto en una recuperación de balón que aprovechó Lacen para dar un pase vertical a Kennedy, que batió a Casillas sin oposición.

El Racing se fue a por el empate y el Real Madrid se sacudió la galbana respondiendo al gol de los cántabros en una jugada vertical de Di María, quien asistió a Benzema para que el francés batiera a Toño con un tiro cruzado.

En los últimos minutos, el propio Di María se fue de dos defensas y acabó siendo derribado por Torrejón. Adebayor lanzó la pena máxima y Toño despejó. Aún hubo tiempo para que Ozil regateará al portero, se quedara sin ángulo y volviera a intentar irse de Toño, que le arrebató el balón de los pies.