Los jugadores del Villarreal celebran la victoria sobre el Sevilla al término del partido. | Efe

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Villarreal 1 - 0 Sevilla


Villarreal: Diego López; Angel, Musacchio, Gonzalo, Catalá, Bruno, Senna, Cazorla (Borja Valero, m.66), Cani (Capdevila, m.81), Rossi (Marco Ruben, m.84) y Nilmar.

Sevilla: Palop, Dabo, Cáceres, Alexis, Fernando Navarro, Cigarini, Zokora (Alfaro, m.85), Romaric (Negredo, m.54), Perotti, José Carlos (Capel, m.54) y Kanoute.

Gol: 1-0, m.30: Nilmar.

Àrbitro: Undiano Mallenco (Navarro). Mostró tarjeta amarilla a locales Musacchio, Rossi y Bruno y los visitantes Zokora, Kanouté y Cáceres.


El Villarreal logró una importante victoria por un gol a cero frente al Sevilla, sin la brillantez habitual y en un partido espeso en el que también colaboró el conjunto sevillista, que tan sólo al final pareció reaccionar aunque sin éxito.

Ambos equipos firmaron un partido más bien pobre, en el que los locales pusieron más fútbol y sobre todo más ambición, mientras que el equipo andaluz lo intentó todo pero demostró estar falto de fútbol y de pegada en ataque.

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Con ello, el Villarreal solventó los primeros cuarenta y cinco minutos con un dominio claro, pero sin la brillantez de otros días debido, en parte, a que los locales se encontraron a un rival encerrado en su campo con un planteamiento temeroso y con la idea clara de no dejar jugar al Villarreal.

Sin embargo, la tranquilidad de los primeros veinte minutos para el Sevilla desapareció al surgir las combinaciones de la línea de creación del Villarreal con Cazorla, Cani, Rossi y Nilmar y las sensaciones cambiaron.

A la tercera ocasión del Villarreal, el brasileño Nilmar Honorato ya no perdonó a la media hora y superó a Palop, tras un gran pase de Rossi al espacio, con un gol que no cambio la decoración, ya que el Sevilla solo contaba con la opción de buscar a Kanoute con balones largos, que el delantero andaluz nunca pudo dominar.

La segunda parte incluso fue peor, ya que si en la primera era el Villarreal el que al menos buscaba con claridad la portería contraria, en estos segundos cuarenta y cinco minutos los locales buscaron refugiarse en la ventaja adquirida y en buscar el contragolpe, para sentenciar el encuentro.

Además, este segundo tiempo empezó con polémica, debido a dos fueras de juego, uno por bando, que en el caso de los sevillistas fue muy protestado al generar muchas dudas la decisión y porque pudo significar el empate.

Aunque el Sevilla se encontró con el balón, careció de claridad a la hora de manejarlo y tan solo los balones aéreos en busca a Kanoute inquietaban a los defensas del Villarreal.

Por ello, Manzano apostó por poner más pólvora en el campo y dio entrada a Negredo y Capel, lo que supuso que a partir de ese instante la presencia de más pólvora arriba, podía dar un vuelco al marcador.

Dos remates tras acciones a balón, la primera de Kanoute en el minuto 70 y la segunda de Fernando Navarro en 81, obligaron a Diego López a emplearse a fondo en un final de partido en el que el Villarreal acabó pidiendo la hora, más por sensaciones que por peligro, aunque al final el gol del Sevilla no llegó.