El entrenador del FC Barcelona, Pep Guardiola, durante el encuentro contra el Sporting. | Efe

TW
0

El entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, alertó ayer del estado físico de Xavi Hernández, que estará los próximos quince días de baja por una tendinitis aquiliana bilateral.

«Xavi lleva desde el partido que jugó con la selección ante México con problemas en el tendón de Aquiles y el pobre no podía más. Ha hecho un esfuerzo muy grande para ayudarnos en esta primera fase de partidos, pero siente mucho dolor y, con tanto dolor, no se puede jugar», ha explicado.

Guardiola ha desvelado lo que le comentó el jugador cuando fue a pedirle que le diera unos días de descanso: «Me dijo 'en los dos últimos partidos estuve a punto de pedirte el cambio a los 20 minutos, porque no podía más'».

Por este motivo, el centrocampista azulgrana también llamó al seleccionador, Vicente del Bosque, y le pidió que no lo convocara para los encuentros que España disputará la próxima semana ante Escocia y Lituania.

Respecto a su baja con la selección, el entrenador del Barcelona ha destacado que «Xavi no es dudoso» y ha recordado sus 98 internacionalidades, a la vez que ha dejado claro que ante el Mallorca, no habrá nadie que haga su función, porque se trata de un jugador irrepetible.

«El que salga por Xavi tendrá unas características diferentes. Cada uno tiene sus condiciones y sus calidades y en esa posición pueden jugar Busi (Sergio Busquets), Thiago o Andrés (Iniesta)», ha explicado.

Sin Xavi, pero con Messi -»hemos ganado tres o cuatro días y cada vez el tobillo está más fuerte», ha comentado el técnico- el Barcelona se enfrentará a un Mallorca que, según el, «mantiene la estabilidad defensiva que tenía con (Gregorio) Manzano, sigue teniendo gente muy veloz y profunda como Chori Castro y, con Michael (Laudrup) intenta jugar al fútbol y, si les dejas, te dominan».

Por eso, Pep Guardiola espera «al mejor Mallorca» y ha recordado que, desde que entrena al Barca, los partidos ante el conjunto balear «han sido todos muy igualados». De su equipo espera que mantenga «la tensión de los últimos partidos» y que pueda darle en el Camp Nou «continuidad» a ese juego de velocidad y toque que ha demostrado sobre todo en los encuentros fuera de casa.