El seleccionador de fútbol de Francia, Raymond Domenech (i), observa desde la banda una de las jugadas del partido Francia-Sudáfrica disputado en el estadio Free State de Bloemfontein (Sudáfrica) . | NUNO VEIGA

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Francia 1: Lloris; Sagna, Gallas, Squillaci, Clichy; Diarra (Govou, min.82), Diaby, Gourcuff, Ribery; Gignac (Malouda, min.46) y Cisse (Henry, min.55).

Sudáfrica 2: Josephs; Ngcongoa (Gaxa, min.55), Khumalo, Mokoena, Masilela; Sibaya, Khuboni (Modise, min.78), Pienaar, Tshabalala; Mphela y Parker (Nomvethe, min.68).

Goles: 0-1, minuto 20. Khumalo.

0-2, minuto 37. Mphela.

1-2, minuto 70. Malouda.

Àrbitro: Oscar Ruiz (COL). Amonestó a Diaby (min.71), por Francia. Expulsó por roja directa al francés Gourcuff en el minuto 25.

Francia y Sudáfrica se despidieron del Mundial en un partido que ganó el conjunto anfitrión y que estuvo marcado por el discreto nivel de juego de ambos equipos y por la inferioridad numérica en la que jugó Francia tras la rigurosa expulsión de Gourcouff a los 24 minutos de juego.

Cuando Sudáfrica cobró ventaja por 2-0 y México ya había recibido su gol contra Uruguay, la afición de los «bafana, bafana» soñó con la gesta, pero el tanto francés, marcado a mitad del segundo periodo, las desvaneció y el partido llegó a su conclusión con mucha menos intensidad.

La primera parte fue una cadena de despropósitos para el equipo francés, que recibió dos goles en sendas jugadas en las que sus defensores no estuvieron afortunados y vivió la expulsión de Gourcouff.

Lo cierto es que Sudáfrica había entrado en el partido con más intensidad y convicción, consciente de que el primer objetivo era dar una alegría a su afición con un triunfo y esperar con los deberes hechos al resultado del México-Uruguay.

Un cabezazo que apenas lo fue, pues Khumalo remató con el hombro, y la expulsión del centrocampista francés tras un codazo a Sibaya, todo en cuatro minutos, decantó el partido a favor del equipo local.

A partir de entonces, Francia se mostró agarrotada, sin capacidad de reacción y recibió en el tramo final del primer periodo un segundo tanto que se parecía lapidario y que llevó el partido al descanso con un marcador de 0-2 para los sudafricanos.

La segunda parte comenzó con un disparo al poste del sudafricano Mphela, que pudo suponer el 3-0, en una fase del encuentro en el que el dominio correspondió por completo al equipo local, que se aproximaba una y otra vez a la portería de Lloris, sin que los franceses tuvieran opción alguna de reducir diferencias.

Francia estaba a merced de su rival y salvó un disparo de Ribery y otro de Henry, éste tras unas manos, las llegadas a la meta de Josephs eran muy esporádicas. Su trabajo no alcanzaba ni el cincuenta por ciento del que le correspondía a Lloris.

Sin embargo, en una acción de mucha calidad aunque aislada de Sagna y Ribery, Malouda batió la meta local a puerta vacía. Era el primer gol de Francia en el Mundial tras 250 minutos de juego.

Ahí se desvanecieron casi todas las opciones de los «bafana, bafana» de alcanzar los octavos de final y Francia pasó a cobrar un cierto protagonismo en el partido a pesar de los muchos minutos que llevaba con un hombre menos sobre el césped.

El partido avanzó hacia su conclusión sin más historia. Ni Sudáfrica estaba en condiciones de golear, dado el resultado ajustado del México-Uruguay, ni Francia tenía argumentos para sumar su primer punto del Mundial. Ambos equipos esperaron al pitido final y se despidieron del torneo.