TW
0

Europa Press|TOKIO
El Real Madrid mostró ayer una versión algo más mejorada y sumó ante el Jubilo Iwata japonés el cuarto triunfo, por 1-3, de la pretemporada en el quinto encuentro de la Gira Mundial, disputado en el estadio Ajinomoto de Tokio.

El Real Madrid, aún pendiente de Robinho y con el argentino Walter Samuel con las maletas a punto para incorporarse al Inter de Milan, saltó más conectado al encuentro, con una marcha más, para tratar de lavar la pobre imagen mostrada un par de días atrás ante el Tokio Verdy. Wanderlei Luxemburgo, decidió no arriesgar y ni tan siquiera convocó al centrocampista francés Zinedine Zidane.

La movilidad inicial del Madrid dio paso, sin embargo, al tedio y el monólogo blanco en el control del balón, propiciado por la tímida presión del Jubilo, con la línea defensiva muy avanzada, animoso y técnico en el manejo del esférico, aunque estéril en la creación ofensiva más allá del centro del campo.

En cambio, el pulso se alteró cuando un disparo cruzado desde la frontal del área de Naruoka igualó (1-1) el marcador, en el minuto 23, para el Jubilo Iwata ante el gesto desesperado de un Iker Casillas hasta el momento inédito.

Dos minutos más tarde una combinación de Raúl y Guti pudo desnivelar, de nuevo, el partido, pero el balón del capitán del Madrid y de la selección española se marchó muy cerca del poste izquierdo, el mismo que tocó el penalti transformado, en el 27, por el brasileño Ronaldo y cometido a él mismo.

El 1-2 fue el primer tanto de Ronaldo, aún lastrado por el inicio de la pretemporada y un ligero sobrepeso. La renta blanca pudo verse aumentada en una triangulación de Guti, Roberto Carlos y el omnipresente Raúl, quien lanzó otra vez fuera por escaso margen y fue, junto a Luis Figo -cuyo pase al Inter de Milán aún está en el alero-, el mejor dentro de una actuación que mejoró en el segundo periodo.

Sólo las internadas de Figo provocaron un aumento de pulsaciones en el público y el espectador antes del final. Entonces, Ronaldo, amonestado instantes antes por llevarse un balón con la mano, puso la directa, ganó un par de cuerpos a la defensa nipona y colocó, en el minuto 92, el 1-3.