Los jugadores checos celebran el único gol del partido. | Efe

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Polonia 0 - 1 República Checa


Polonia: Tyton; Piszczek, Wasilewski, Perquis, Boenisch; Blaszczykowski, Dudka; Murawski, Polanski (Grosicki, m.55), Obraniak; Lewandowski

Rep.Checa: Cech; Gebre Selassie, Sivok, Kadlec, Limbersky; Plasil, Rosicky, Kolar, Jiracek (Rajtoral, m.84), Pilar (Rezek, m.88); Baros (Pekhart, m.90).

Goles: 0-1: min.72, Jiracek.

Árbitro: Craigh Thomson (Escocia). Amonestó a Limbersky, Murawski, Polanski, Wasilewski, Plasil, Blaszczykowski, Perquis y Pekhart.



La República Checa venció hoy en Wroclav por la mínima a Polonia, con una segunda parte convincente, lo que dio a los checos el pase a los cuartos de final de la Eurocopa.


La recta final del encuentro fue de infarto, ya que con el empate que campeaba en el marcador hasta el minuto 72, y la victoria de Grecia sobre Rusia, los checos se quedaban fuera del campeonato por diferencia de goles.

Pero una contra comandada por Hübschman, de nuevo el mejor checo del encuentro, con un pase final de Baros a Jiracek, permitió al jugador del Wolfsburgo alemán batir a Tyton, y despejar dudas.

El oficio y solidez de los de Michal Bilek, sobre todo en la segunda mitad, y el creciente cansancio de los anfitriones, hizo que la balanza se decantara por el equipo visitante.

La primera media hora de juego, y salvo una ocasión clara del checo Pilar a los 4 minutos, fue un monólogo polaco, con grandes ocasiones de Lewandovski, en el min.10, Boemisch en el 12 y el 22, y Muravski, con otro tiro envenenado en el 42 que fue despejado por Kadlec.

La desorientación de los checos, que echaron mucho de menos a Tomas Rosicky, hizo que el equipo recordara la pobre puesta en escena del primer partido de la Eurocopa, frente a Rusia, que acabó en debacle.

Cuando no está el medio ofensivo del Arsenal, este equipo carece de mordiente y fantasía, y necesita mucho más tiempo para asentarse en el campo y comenzar a respirar.

Con un medio campo atascado, ya que el líbero Hübschman estaba más pendiente de tapar huecos que de conectar con el ataque, los checos se dedicaron a dar facilidades al contrario, con muchas pérdidas de balón que el cuadro de Frantisek Smuda no supo aprovechar.

La lluvia torrencial que caía sobre Breslavia y las buenas combinaciones de los polacos hicieron que los que checos se dedicaran a achicar balones, aunque la última línea defensivo demostró en todo momento solvencia.

A los treinta minutos los de Bilek lograron situarse, controlaron el balón, y comenzaron a llegar balones envenenados al ariete Baros, de nuevo muy poco inspirado, pero que fue capaz de ganar la espalda a los defensas.

Los checos trataron de explotar las lagunas de la defensa polaca en la banda izquierda, con llegadas del lateral Gebre Selasi y el falso extremo derecho Jiracek.

Pero volvió a ser Pilar, por la banda izquierda, el que gozó de más ocasiones, en sociedad con el exosasunista Plasil, y pudo haber desequilibrado el marcador.

La reanudación ofreció un partido abierto, aunque los checos demostraron superioridad, y dejaron cada vez menos espacio a los anfitriones.

El central Sivok pudo haber adelantado en el min.65, tras una falta lanzada desde el borde derecho del área de Tyton.

Y un contragolpe de los checos en el 68, con disparo final de Baros, que acabó atajado por el cancerbero polaco, fueron muestra de la buena segunda parte checa.

En el minuto 86, Wasilewski pudo haber batido de cabeza a Cech y devolver la igualada al marcador, pero el balón salió lamiendo el larguero.

Todavía en el tiempo de descuento, Kadlec sacó bajo los palos un balón, cuando Cech ya estaba batido.