Yidiel Contreras, atleta de origen cubano instalado en Mallorca, posa para este periódico antes de un entrenamiento. | Jaume Morey

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Lleva en los genes lo del deporte, aunque lo suyo es, particularmente, el atletismo. Su madre fue una figura de la esgrima internacional —campeona mundial y diploma olímpico— y su padre luchador, pero Yidiel Islay Contreras García (Cienfuegos, Cuba, 1992) eligió el tartán y se ha convertido en uno de los vallistas de referencia del panorama nacional. Español a todos los efectos desde 2015, compitió bajo esa bandera en los Juegos Olímpicos de Río (110 metros vallas), formando equipo con el medallista Orlando Ortega y la mallorquina Caridad Jerez.

Y desde este mismo año, Contreras lo hace bajo licencia balear, instalándose de forma fija en una Isla con la que tiene vínculos personales. Su madre, Mirayda, lleva residiendo en Mallorca desde hace años, y también de aquí es su pareja, con la que espera en unos meses a su primer hijo, «que será mallorquín y eso me hace más feliz todavía por lo mucho que nos ha dado esta Isla», confiesa.

Yidiel Contreras no ha podido comenzar mejor su singladura como atleta bajo licencia balear. En los nacionales de pista cubierta de Valencia, el pasado fin de semana, logró el título nacional de 60 vallas, rubricando horas después Caridad Jerez el dominio isleño en esa especialidad con un ‘doblete’ de oros. Ese resultado y la marca que retiene del pasado año le permiten ser uno de los elegidos para competir en el Mundial ‘indoor’ de Birmingham (Gran Bretaña), del 1 al 4 de marzo, en el que será el representante español en los citados 60 metros vallas.

Contreras reside en Calvià, y entrena a caballo entre las pistas de Magaluf y Príncipes de España. «Aquí tengo a mi madre, a parte de mi familia, mi mujer… y en nada a mi hijo. Quería venir de Madrid y quedarme en la isla, porque aquí hay instalaciones y un buen clima para tener continuidad en el trabajo», explica el olímpico en Río y mundialista en Pekín 2015 y Londres 2017, que milita en el Playas de Castellón, uno de los clubes de referencia.

El vallista pasa bastantes épocas del año en Formia (Italia), siendo Santiago Antúnez y en su momento Alexis Sánchez (con este último coincidió con el ibicenco Felipe Vivancos) los preparadores que le han formado hasta llegar a este punto, repitiendo en Birmingham 2018 su participación hace dos años en el Mundial de Portland.

Objetivos
Tras la temporada de pista cubierta, tocará cambiar el chip y pensar en el Europeo y los 110 vallas. «Voy objetivo a objetivo, paso a paso, rectificando errores y aprendiendo», comenta Yidiel, que tiene en mente un objetivo ya a medio plazo como son los Juegos de Tokio. «No nos daremos cuenta y están aquí. Es el objetivo de todo deportista, y aunque yo voy por etapas, no puedo negar que está ahí», admite el atleta ya balear, que mantiene una buena relación con Caridad Jerez, quien «me felicitó tras el título, y yo me alegré también mucho por ella, pues ha vuelto en muy buena forma».

Ahora, instalado en Mallorca, donde ha encontrado el equilibrio profesional y personal, mira con ilusión al futuro y señala Tokio 2020 como un reto añadido.