El excepcional cierre del primer tramo de la campaña con una contundente victoria en feudo de los Alicante Sharks (6-25) alimenta los sueños del equipo dirigido por el staff técnico que encabezan Isaac Delgado y Andreu Gelabert.
Objetivo
Una vez culminado el primer objetivo de la campaña, estar en los playoffs y hacerlo con el factor campo a su favor, los Mallorca Voltors asumen con ilusión el premio a una progresión ascendente desde su vuelta. Los orígenes del equipo y el club radican en el ya lejano año 1987, cuando varios estudiantes de la Universitat de les Illes Balears (UIB), formaron el primer club fuera de Catalunya, cuna de este deporte en España. La Supercopa nacional (1998) fue su primera aparición oficial, dando paso a la época bajo denominación de Calvià Voltors, con la que participaron en la LNFA, iniciándose en 1997 un parón que llegó a su fin en 2009. Un torneo de exjugadores en Vilafranca del Penedès, al que fueron invitados los isleños, fue la semilla del actual proyecto, que se codea con la élite nacional tras su retorno en 2012.
La singladura de los Voltors comenzó el pasado 19 de enero, con victoria ante los Murcia Cobras (19-12). El primer desplazamiento también se cerró con triunfo, en el campo de los Sueca Ricers (8-13). La contundencia con la que superaron a los Alicante Sharks (54-6) hizo creer que se podían hacer cosas importantes, y la segunda vuelta reforzó la moral de los Voltors.
De nuevo se superó a los Murcia Cobras (12-26), para barrer a los Sueca Ricers (40-0) en el último partido de la temporada regular en Son Moix. El cierre frente a los Alicante Sharks (6-25) recompensó una labor que les lleva a tener en su mano y a poder disfrutar con sus incondicionales del final de temporada... y quién sabe si de un posible ascenso a la máxima categoría estatal.
Medios
Los Mallorca Voltors tienen en la voluntad y afición de sus jugadores, técnicos, directivos y seguidores el verdadero motor que hace carburar a uno de los equipos de moda de la LNFA. Con la ayuda de pequeños patrocinadores, pero por encima de todo asumiendo ellos los costes que lleva consigo esta estructura, la pequeña gran familia de los Voltors, es todo un ejemplo de entrega para hacer realidad una ilusión: jugar al fútbol americano. Una pasión que les ha llevado a recuperar un proyecto que siembra hacia el futuro con un conjunto júnior que asegura la continuidad de un sueño que ya es una realidad.
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