En la imagen, los jugadores y 'staff' técnico de los Mallorca Voltors, el día de su presentación oficial ante sus aficionados, en el campo municipal de Son Moix. | Nuria Rincón

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Un grupo de amigos, de apasionados y locos por el fútbol americano, decidieron hace unos pocos años que Mallorca recuperar su lugar dentro del mapa estatal de un deporte que cuenta con más adeptos de lo que parece en la isla. El regreso de los legendarios Voltors era una realidad, y bajo una estructura completamente amateur, pero con exigencias de competición profesional, se fueron sentando las bases de un proyecto que ya es uno de los más sólidos y respetados de la Liga Nacional de Fútbol Americano (LNFA). En su Serie B -la segunda categoría- están enrolados los Voltors. Capitaneados por el staff técnico liderado por Issac Delgado y Andreu Gelabert, el curso 2014 no puede ofrecer mejores vibraciones para los feudatarios de Son Moix.

A dos jornadas para el cierre de la campaña regular, el balance resulta inmaculado para los Mallorca Voltors, que cuentan sus apariciones oficiales por victorias. Pese a las limitaciones económicas (cada uno se costea sus gastos) y las dificultades para desplazar a un numeroso equipo, el apoyo de una hinchada incondicional y la experiencia acumulada les permite comparecer en un tramo decisivo con opciones de dar for a un año histórico.

Balance

El 4-0 que exhiben en su casillero quieren que tenga continuidad. La siguiente parada será este domingo, a partir de las 12 horas, en el campo de Son Moix. Les visitan los Sueca Ricers, que en la ida ya perdieron con los baleares por 8-13. La victoria es una consigna clave para amarrar el liderato e intentar ser el mejor conjunto de la Serie B, un honor por el que pujan con los Camioneros de Coslada.

Esa condición les permitiría poder disputar los 'playoffs' por el ascenso y el título (a partido único siempre) con el factor campo siempre a su favor. Con la ventaja que supone a la hora de conocer el terreno, contar con sus aficionados en las gradas... y evitarse costosos y complejos desplazamientos a la Península.

El objetivo es atrapar el primer puesto, o al menos tener el factor campo el mayor tiempo posible.

En las eliminatorias por el ascenso a la Serie A, el campeón asciende a la máxima categoría, mientras que el finalista jugaría una promoción con el penúltimo de la competición superior. El salto a la máxima liga suena, por ahora, a palabras mayores, y el reto pasa por disfrutar de los 'playoffs' como locales.

Los Mallorca Voltors vuelan alto, más que nunca. Y todavía les queda lo mejor.