Las mallorquinas Mari Rivero, Alicia Farrés y María del Mar Bonet muestran sus medallas de oro y bronce conseguidas en los Campeonatos de España de clubes disputados en Béjar (Salamanca), en los que compitieron por Aragón. | Jaume Morey

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En el fondo, representan a Mallorca y a Balears, pero Mari Rivero, Alicia Farrés y María del Mar Bonet tuvieron que buscarse la vida para encontrar un club que les diera cobijo y así poder hacer lo que les gusta: competir. Las tres boxeadoras del Motorcity lograron alcanzar su sueño de colgarse una medalla en los recientes Campeonatos de España de clubes femeninos, disputados en Béjar (Salamanca), pero lo curioso es que lo hicieron bajo la bandera del Dojo Zaragoza y representando a Aragón, y no a Balears.

Las diferencias existentes entre su habitual club de entrenamiento, el Motorcity, y la actual cúpula de la Federació de Boxa de les Illes Balears les ha impedido representar al Archipiélago. Las pupilar de David Quiñonero y Umar Brito enseguida se movilizaron ante la posibilidad de competir en el nacional, y de la mano de Alicia lograron el apoyo del Dojo Zaragoza, que les acogió «con los brazos abiertos y siempre muy atentas con nosotros», explica Bonet, que se colgó la medalla de bronce en los 64 kilos, peso en el que Balears sí logró medalla, de la mano de Anastasia Sokolovska.

La artífice de esta gesta, Alicia Farrés, también obtuvo una medalla de bronce, esta vez en los 57 kilos, mientras que Mari Rivero se alzó con la medalla de oro en los 60 kilos, el mejor resultado de una isleña en Béjar.

«Nos gustaría salir por Balears y pelear por nuestra Comunidad, pero no puede ser y nos tenemos que buscar la vida», comenta Alicia, quien dejó claro que su presencia representando a un club aragonés «seguro que sorprendió a la gente de Balears. Nos llamaban ‘las infiltradas’ en el Campeonato, y se hacía raro, porque íbamos solas y nuestro entrenador no era el habitual, pero sabíamos que teníamos una buena oportunidad para conseguir algo importante».

Dificultades

Rivero, Farrés y Bonet tuvieron que hacer frente a los gastos que requería su presencia en Béjar, además de compaginarlo con sus estudios, trabajo y ocupaciones familiares. «Pero ha valido la pena», decía Mari Rivero, campeona de España, quien recuerda que «es una pena que estas tres medallas podrían haber sido para Balears, pero al final han ido para otro lado. Y no será por ganas de pelear por nuestra tierra».

De hecho, un problema añadido que tienen es la imposibilidad de pelear en las Islas, lo que dificultaría su posible paso al profesionalismo o su paso a la selección española. «Para crecer en este deporte, necesitas rodar y tener combates. Nosotras apenas lo hemos tenido antes de llegar al Campeonato de España y, la verdad, es que salimos reforzadas con estos resultados», admite Bonet, que no esconde la necesidad «de salir fuera para intentar crecer. O eso, o esperar al próximo nacional. Y queda tiempo...».

El ejemplo de Rivero, Farrés y Bonet es el de un objetivo logrado tras luchar contra incontables adversidades, y que, aunque sea bajo licencia aragonesa, deja claro que Balears es una potencia en el boxeo nacional.