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El marco de Son Verí (Llucmajor) fue escenario de la segunda cita con la bicicleta de montaña extrema. Las 4 Horas de Resistencia Clásica MTB Non Stop, organizadas por el GE Ciclos Quintana y el GD Bimont, resultaron todo un éxito de convocatoria, al reunir en la línea de salida a más de un centenar de equipos de dos corredores que dieron lo máximo sobre su BTT en una jornada en la que la excelente climatología ayudó a hacer más exigente el trabajo sobre sus bicicletas.

Sobre un circuito de 5'2 kilómetros, el evento dio continuidad a la prueba de Cala Falcó, y permitió a los numerosos practicantes y aficionados de la bicicleta de montaña poner a prueba su fuerza en competición, y a la vez disfrutar de un evento diferente y en el que la elevada participación ayudó a ensalzar más si cabe la vistosidad de la cita, que gracias a su aceptación parece tener asegurada su continuidad dentro del calendario.

Protagonistas

Finalmente, Jeroni Pep Fullana y Sebastià Sureda fueron los mejores en competición, completando un total de diecisiete giros en un tiempo de 4:07:25, superando por apenas un segundo a Antoni y Esteve Pascual (4:07:26), mientras que la tercera posición fue a parar a manos de Miquel Joan Adriver y Miquel Capó, con un crono de 4:08:30. El tándem formado por Luis García y Damià Perelló fue cuarto, y el último equipo capaz de completar los diecisiete giros que marcaron a los más regulares, éstos con un crono de 4:12:59, a poco más de cinco minutos de los mejores.

Desde ese momento, una cascada de ciclistas entró en meta completando el trazado, destacando equipos mixtos como el formado por María del Carmen Soto y Santiago Sierra, que llegaron hasta las quince vueltas, con un registro de 4:12:57, o el que integraban Carolina Sitges y Daniel Martorell, con un giro menos al circuito y un registro de 4:18:17.

La carrera 2x2 4 Horas de Resistencia MTB Non Stop dejó claro el interés y el auge en la práctica de la bicicleta de montaña, una especialidad que permite practicar deporte en contacto con la naturaleza, en escenarios como el circuito de Son Verí que tuvo el Tenis Arenal como centro de operaciones de una organización que puede presumir de una inscripción de excepción para una prueba en la que resistencia y fuerza física resultan vitales.