El local Campoy presiona al jugador del Mallorca B Gili en un lance del partido jugado ayer. | Nuria Rincón

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Constància 0 - 1 Mallorca B

Un tanto de Abdón Prats en el minuto 50 decidió un derbi de urgencias que acabó con el Constància desquiciado por la actuación arbitral y con ocho jugadores sobre el césped. Los tres puntos dan vida al Mallorca B, que se acerca a las posiciones de salvación, mientras que supone un revés para los inquers, que fueron de más a menos y dejaron ecapar una buena oportunidad para poner tierra de por medio con los puestos de peligro.

El equipo de Joan Esteva, que cumplía ayer su último partido de sanción, salió decidido a por la victoria y se apoderó del control del juego. El Constància tenía la iniciativa, la posesión y el dominio territorial, mientras que el Mallorca B esperaba su oportunidad al contragolpe y a punto estuvo de abrir el marcador con un balón a la espalda de la zaga obligó a Gaspar a intervenir con la cabeza.

En el minuto 26, el visitante Marc Fernández lo intentó desde la frontal con un disparo duro y raso que salió rozando el palo. Fue el preludio de la mejoría del Mallorca B, que ya se había asentado en el maltrecho césped del Nou Camp d’Inca, que veía como la mejor oportunidad de los locales llegaba en las botas de Mateu Ferrer.

Cambio

El panorama cambió en el segundo acto a los cinco minutos de la reanudación, cuando Abdón recogió un balón que dejó suelto el meta local. El delantero bermellón no perdonó para meter el 0-1 y cargar de confianza al filial, que mantuvo la cabeza fría ante un adversario que comenzó a precipitarse.

El Mallorca B inclinó el juego hacia su banda derecha para aprovechar el despliegue físico de One y manejó el ritmo. El visitante Damià dispuso de una buena oportunidad para ampliar la ventaja del filial mallorquinista, que blindó la portería de un acertado Yeray.

La precipitación del Constància se agravó con el nerviosismo que generó en los locales la actuación arbitral. El criterio y la señalización de multitud de faltas en contra de los intereses del conjunto de Joan Esteva. El Mallorca B comenzó a manejar el tiempo y el Constància cayó en la trampa.

En el tramo final, los jugadores blanquinegros Mateu Ferrer, Pau Siquier y Joan Vich vieron la segunda cartulina amarilla dejando a los locales con ocho efectivos. El Constància, desquiciado por el colegiado, y en inferioridad apenas inquietaría a un Mallorca B que inicia el año con buen pie después de un mal mes de diciembre.

La única nota positiva para el Constància de Inca fue el regreso a los terrenos de juego de Oller, que debutaba en la presente temporada después de haber superado una lesión de seis meses.