El derbi de es Raiguer se lo llevó el Constància, pero la lucha constante de los contendientes en cada balón fue la tónica del encuentro, tal como se demuestra en la imagen, con el visitante Campoy pugnando con el local Paco Plata. | P. Pellicer

TW
6

El Constància se llevó ayer los tres puntos en juego del derbi del Raiguer en un partido con dos mitades diferentes y cuyo resultado más justo hubiera sido el empate. En poco más de 15 minutos los numerosos espectadores que acudieron a Binissalem disfrutaron de todos los goles de un partido que mereció más espectáculo pero que se encontró con el protagonismo innecesario del colegiado.

Con el pitido inicial dio comienzo un partido vistoso y muy reñido entre dos equipos recién ascendidos a Segunda División B y que se encuentran en una situación similar en la tabla.

Desde el inicio, las ocasiones llegaron a ambas porterías y en el minuto 23 Paco Plata dispuso de la llegada más clara para adelantar a los locales, pero Gaspar resolvió muy bien para los intereses inquers. Unos minutos después se pasaría del posible 1-0 al 0-1, gracias a Francesc Fullana, quien remató de cabeza una falta botada al área superando a Ricardo y adelantando a los visitantes en el marcador.

Con el resultado en contra, el Binissalem intentó dominar el juego para igualar el resultado e intentar conseguir algún punto. Pero, pese a los esfuerzos locales, volvió a ser el Constància el que superó a Ricardo al aprovechar Vich una jugada extraña en el área y el único fallo del guardameta local para dejar casi sentenciado el partido.
El Constància se mostraba sólido en defensa y el Binissalem, luchador y motivado, tan solo pudo batirle en jugada a balón parado merced de un libre directo de Forteza que superó desde 35 metros a Gaspar.

Polémica

El segundo tiempo continuó con la dinámica de mediocampismo de la primera mitad, pero con tres protagonistas que no habían sido invitados a formar parte del espectáculo: el colegiado y sus ayudantes, quienes no pitaron acciones comprometidas e impidieron disfrutar de más goles en un partido que podía dar más de sí.

La jugada polémica del encuentro se produjo en el área del Constància, donde hubo un penalti clarísimo por manos de Vich que no se señaló y que encendió a jugadores y afición local.

Pero, pese a la oposición del colegiado, el Binissalem seguía intentando marcar y conseguir ese punto vital para irse de vacaciones navideñas con ánimos para afrontar el reto de mantener la categoría. La ocasión más clara de los “assules” la dispuso Camacho en el minuto 61, con un disparo que la afición ya cantaba como gol, pero que terminó estrellado en el poster después de una carambola con el portero.

Por su parte, el Constància pudo ampliar su renta goleadora si Fullana hubiera resuelto a su favor el uno contra uno al que se enfrentó con Ricardo. El portero, en una de sus mejores intervenciones, salvó su meta.

Pese a la derrota, la afición se marchó satisfecha de un partido que había comenzado con la fiesta conmemorativa por los 80 años de la inauguración del campo de CanFetis, actual Miquel Pons, partido inaugural que también coincidió con un Binissalem-Constància, aunque en esa ocasión terminara con empate a cero goles. Para recordar esa fecha, el alcalde de la localidad entregó placas conmemorativas a ex jugadores y ex presidentes de la entidad.

Con el resultado de ayer, los equipos mallorquines despiden el año en posiciones delicadas de cara a mantener la categoría. El Constància, con 21 puntos, ocupa puestos de promoción, mientras que el Binissalem, con 16 puntosqueda decimonoveno.