Brigit Yagüe ayer por la mañana cerca de su casa, en la zona de Sa Torre. | Julián Aguirre

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El envidiable palmarés deportivo de la mallorquina Brigit Yagüe en el mundo del Taekwondo está lleno de triunfos y títulos. El último, la medalla de plata lograda en los Juegos Olímpicos de Londres, consagrándola como una reina en dicha disciplina. Tiene 31 años, nació en la barriada palmesana de Santa Catalina y estudió en el colegio San Francisco de Asís. Hace 13 años que se marchó al Centro de Alto Rendimiento de Barcelona para evolucionar.

—¿Desde siempre quiso hacer Taewondo?
—Me costó. A mí me gustaban los deportes de contacto. Me encantaba ver películas de Jean Claude Van Damme. Al principio mi madre no me quería apuntar al gimnasio. Decía que eso era cosa de niños. Al final me apuntó y me apoyó.

—Y llegaron los títulos
—Al año ya gané mi primer campeonato. La sensación de mi primera medalla con esta última sólo cambia en los nervios. La felicidad es la misma.

—Ahora creo que quiere ser madre, ¿dejará de competir?
—Es una de las cosas que me hace mucha ilusión. Después de tener la vista puesta en Londres durante tres años, mi pensamiento es ser madre y tener un bebé. Después seguiré compitiendo.

—Su marido, Juan Antonio Ramos, también es un destacado taekwondista. Menudas patadas puede dar el futuro bebé.
—Jajaja (sonríe). Me lo dice la gente. A mí con que le guste el deporte ya me basta. Yo siempre quise tener un niño, pero tengo dos sobrinos y ahora no me desagradaría tener una niña.

—La veo muy enamorada de su marido, ¿es el hombre de su vida?
—Soy muy familiar. El primer año en Barcelona lo pasé muy mal, apartada de mi familia y mis amigas. Él, en esos momentos destacaba en la selección española, le conocí y me quedé en el centro de alto rendimiento por él. Ha sido mi gran apoyo siempre. Le adoro.

—¿Se puede vivir de este deporte?
—Empecé por afición y se ha convertido en mi profesión. Soy una hormiguita. Me gusta ahorrar y ahora puedo decir que no tengo hipoteca, pero cuando salgo de compras tengo mucho peligro.

—Aparte de ser madre, ¿cuál es su sueño?
—Ser feliz, pero mira, soy del Real Madrid y del Mallorca y estos días he realizado el saque de honor en ambos campos de fútbol, por lo que puedo decir que se hizo realidad un sueño.

—¿Se ha privado de muchas cosas para estar en lo más alto?
—No. Realmente he salido de fiesta como muchos jóvenes, pero cuando competía cuidaba más la alimentación y las salidas.