Llorenç Andreu y Patricio Rabic (Peugeot 306 GTI), durante uno de los tramos de competición. | Josep Bagur Gomila

TW
1

La temporada automovilística 2012 echó a andar con un nuevo hito histórico para el deporte de las cuatro ruedas. El I Rallyesprint Illa de Menorca, puntuable para el territorial y organizado por la Escudería Illes Balears, ofreció un recorrido sinuoso y exigente técnicamente que dejó a ilustres fuera de combate, como el vigente campeón, Carlos Pérez (y a su copiloto, Mateo Figuera), o el menorquín Kike Perelló, que abandonaron al sufrir sendos percances sin consecuencias físicas para todos ellos, aunque sí para sus vehículos.

Emoción

Fueron Llorenç Andreu y Patricio Rabic los que mostraron la mayor regularidad de la jornada en una prueba que tuvo Es Mercadal y Ciutadella como epicentros. Ambos arrancaron por delante, con Toni Amer y Marcos Moragues como gran amenaza, aunque al final tuvieron que despedirse al sufrir problemas mecánicos, circunstancia que también lastró a José y Jaume Martorell, mientras Alberto Caracuel se consolidaba como la revelación.

La intensidad fue creciendo, a medida que avanzaba la prueba, pero al final fueron Llorenç Andreu y Patricio Rabic los que, con un tiempo de 31:30, se alzaron con el triunfo, por delante de Fernando Dameto y Kiko Bennàssar (32:56). Raúl Palenzuela y Jaume Riera ocupaban la tercera plaza (33:48), con Pedro Vila y Sergio Narváez cuartos (36:05) en una cita que trasladó por primera vez la emoción de los rallyes a la isla de Menorca.