Toni Martorell, en una imagen captada en Inca.

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En cuestión de días, Toni Martorell Vela (Inca, 1977) pasó de quedarse fuera del proyecto del Bàsquet Mallorca en la LEB Plata a sentarse en el banquillo de uno de los grandes de Europa, y junto a uno de los técnicos de referencia de la última década. La atractiva oferta para ser ayudante de Dusko Ivanovic en el Caja Laboral era demasiado tentadora, y el preparador no se lo pensó un segundo. «Es un salto brutal», asegura Martorell, quien recuerda que «hice una entrevista con Dusko, en dos días me dijeron que casi seguro me cogían, y así fue. Un jueves me lo confirmaron y 48 horas después ya estaba allí», explica el balear, que ha sido parte activa del cuarto puesto en la liga regular (23-11), los cuartos de final de la Euroliga (cayeron ante el Maccabi), o las semifinales de Liga ACB y Copa del Rey -en ambas les apeó el Barça- que ha alcanzado el Baskonia en un curso intenso.

«Hasta los diez minutos del primer entrenamiento no sabía dónde estaba. Me costó mucho acostumbrarme, la estructura del club es enorme, y el primer mes casi no dormía, tenía que asimilar los sistemas y el método de trabajo, pero ha valido la pena», comenta Toni, que espera noticias sobre su renovación y sólo tiene palabras de elogio para Ivanovic. «Es un ejemplo de honestidad y trabajo. Sabe contagiar su pasión por el baloncesto, vive por y para este deporte, pero humanamente es también un diez», asegura el mallorquín, que estos días carga pilas tras una intensa campaña en la que le han quedado en la retina visitas a ciudades y recintos míticos «como las canchas del Maccabi, Panathinaikos y Partizán, o los partidos con Memphis y San Antonio».

Recuerdos

La visita a Menorca fue el momento en que más cerca de casa estuvo en toda la temporada, «un partido muy especial, por ver a gente conocida y vivir la ACB en Balears, algo muy grande que hace un tiempo parecía imposible, pero que se ha convertido en realidad». Pero también le queda haber cumplido «sueños como vivir una Copa del Rey y estar en un cuerpo técnico de la mejor liga de Europa».

Del Caja Laboral resalta «su profesionalidad y su afición. No hay palabras. El ambiente es impresionante, en casa y cuando vienen fuera. Te animan hasta cuando fallas y, además, son gente de baloncesto, que sabe de lo que habla». Eso les ayudó a convivir con la presión que lleva consigo el formar parte de una estructura diseñada para ganar todas las competiciones. «Es buena esa exigencia, porque sino, a lo mejor no lucharíamos por títulos. La presión se nota en el día a día, son ocho meses a tope y la experiencia vale la pena», refiere Toni Martorell, quien estaría «encantado» de seguir en Vitoria, a la vez que define al Barça como «justo campeón» de la Liga ACB 2010/11 recién finiquitada.