El Menorca Básquet cierra mañana domingo (12.30 horas) ante el Real Madrid su etapa en la ACB, categoría que ha perdido y a la que había logrado ascender la pasada temporada.
El equipo de Olmos, último y con apenas 7 victorias, llega a la cita descendido y con el único objetivo de superar a un rival al que jamás ha ganado porque los blancos se han impuesto en las nueve ocasiones en las que se han enfrentado hasta ahora al conjunto menorquín.
«Para un equipo como el Menorca no es sencillo ganar a Barca o Real Madrid, por lo que sería una bonita despedida», ha asegurado el técnico Paco Olmos sobre el enfrentamiento.
El técnico valenciano, que confirmó ayer en una rueda de prensa que no seguirá en la isla la próxima temporada, también se despedirá de la afición tras dos años al frente del equipo.
Diego Ciorciari, que sufrió un leve esguince en el entrenamiento del pasado jueves, estará disponible para actuar ante el equipo de Lele Molin.
El Menorca Básquet tiene previsto entregarle la insignia de oro y nombrar socio de honor al base mahonés Sergio Llull, jugador del Real Madrid, en los prolegómenos del encuentro.
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Cuidado con las carteras menorquines. Cuando no roban con los arbitros te roban las carteras.