El conjunto palmesano regresa a División de Honor 16 temporadas después y ha confirmado el éxito tres jornadas antes de la finalización de la Liga | S. Amengual

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El periodista Truman Capote acuñó una frase que ha pasado a la historia: «La disciplina es la parte más importante del éxito». El Cide juvenil ha logrado el ascenso a la División de Honor a falta de tres jornadas para que finalice el campeonato y su entrenador, Paco Esteban, inculcó desde el primer minuto disciplina, orden y cohesión y el resultado ha sido un éxito colosal. Guardiola en su debut el primer día como entrenador del Barça, lanzó un primer aviso a sus futbolistas: «Los saques de banda se presionan desde hoy y hasta la final de Champions». La receta que ha imprimido Paco tiene mucho que ver con esa acción, porque este equipo ha presionado cada situación de juego desde el primer día, no ha dado un balón por perdido, ni ha escatimado esfuerzo en cada sesión de entrenamiento.

Fabricar el éxito

Lo han hecho cada día, desde el primero en que se vieron las caras hasta el último pase que les ha llevado a la División de Honor. Así se fabrica el éxito, simplemente creyendo en él. Hicieron fácil lo difícil. Así se forman futbolistas, haciéndoles ver que a su edad no hay límites, ni puertas cerradas, ni metas imposibles, sólo tiempo para mejorar. Y mejoraron. Entendieron que debían desterrar el 'no podemos hacerlo' por el 'cómo podemos hacerlo', que es una manera muy distinta de ver las cosas, en la vida y también en el fútbol. Miguel, Miguel Àngel, Aitor, Carlos, David, Andrés, Germán, Àngel, Fran, David, Toni, Adrián, Sergi, Santi, Alvaro, Jesús, Carlos, Pere Joan, Xisco, Xavi, Àlex, José y Sergio llegaron al Cide sin ser los mejores, pero con el tiempo y gracias a su esfuerzo, han sido los mejores y han defendido una camiseta que en su día portaron futbolistas que han hecho historia en la Liga española como Toni Prats, Marcos Martín, Del Campo, Chichi Soler y Vidal, entre otros. Los jugadores de Paco Esteban han estado a la altura. Han devuelto al Cide a su lugar de origen, entre los mejores, ahí mismo, justo en la cima del fútbol juvenil. Palabras mayores.

Ultima Hora reunió a todo el equipo en un marco incomparable en Ciutat, el Coliseo Balear. Han sido verdaderos toreros y para este reportaje merecían un escenario a la altura de una faena de lujo. Antoni Espases es el presidente del Cide, es el principal gestor. Deportivamente Miquel Cardell, Angel Gómez y Paco Esteban son los que asesoran e indican el camino a seguir. Son una familia mucho más que bien avenida. «Hemos sido uno solo toda la temporada», explica Paco Esteban, que no duda en asegurar que el éxito del equipo ha sido la unión. «Ha habido una buena cohesión de grupo. Si conseguíamos eso teníamos mucho logrado. Después ha habido mucho trabajo para optimizar recursos y que cada uno de ellos sacara lo mejor que tiene dentro. Hemos sido muy prácticos, tal vez no los más creativos, ni los más vistosos, pero sí muy prácticos», relataba el entrenador. Después de 21 años dirigiendo equipos, el técnico arriesgó mucho, tal vez demasiado después de lograr diez ascensos en diferentes proyectos. «Este es el que más valoro, ha sido un reto para todos», aseguraba. Paco no seguirá la próxima temporada por motivos personales.

Dejar el alma

Ahora cualquiera de estos futbolistas tiene en su historial un ascenso con el Cide y eso no se regala, se lucha, se suda, se vive por ello. Hay que entregar parte del alma durante una temporada y cada jugador ha entregado lo mejor de sí. «Sabíamos que no éramos un equipo de nombres, pero sí de hombres. Han dado lo mejor, el cien por cien, siempre», insistía su entrenador.

El presidente está rebosante de felicidad. Por muchos motivos. Principalmente porque el equipo ha ascendido con sus armas. «Se ha logrado el objetivo manteniendo el espíritu competitivo que siempre ha caracterizado al Cide y porque Paco [Esteban] ha creado una familia en el vestuario, ha sido impresionante. Futbolistas que no querían otros equipos han dado una lección y han logrado un objetivo, que no era el esperado. Por eso lo valoramos el doble», manifestaba Antoni Espases.
Ahora vendrá la otra parte del partido, la de apuntalar el proyecto, redondear la plantilla y confiar en que los partrocinadores den su apoyo a un histórico del fútbol balear. Será un trabajo duro y difícil, no estará Paco Esteban, pero ahora hay que disfrutar el premio de un ascenso que sabe a gloria. El Cide está otra vez en División de Honor. Ha vuelto y lo ha hecho por la puerta grande. Dijo en su día el físico Albert Einsten que las personas no debían intentar convertirse en hombres de éxito, sino volverse hombres de valor. Los jugadores del Cide han demostrado su valor en el campo y gracias a eso han logrado un triunfo en lo personal y en lo colectivo. Así se fabrica un equipo, así se llega primero a la meta.