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Lleida 1 ? 1 Atlètic Balears

Lleida: Eduardo (2), Gabernet (2), Pau (2), Jerson (2), Dani Marín (2), Jaume (2), Àlex Colorado (2), Rayo (2), Asier (2), Gallego (2) y Joao Moreira (2).
Cambios: Cheikh (1) por Joao Moreira, Imaz (1) por Gabernet y David Giménez (1) por Gallego.

Atlètic Balears: Nico (2), Bio (2), Del Castillo (2), Edet (1), Bigas (2), Coco (2), Micha (2), Laurent (1), Checa (2), Martins (2) y Willian (2).
Cambios: Valentín (2) por Edet, Lawal (2) por Willian y Dani Lucas (1) por Coco.

Àrbitro: Azkue Otegi (*). Amonestó con cartulina amarilla al local Pau; y a los visitantes Valentín y Micha. Expulsó por doble amonestación a Laurent (min. 22)

Goles: 1-0, minuto 3, Rayo. 1-1, minuto 14, Willian.

El Atlètic Balears sumó su sexta jornada sin perder a domicilio tras lograr un meritorio empate a uno ante el Lleida. El conjunto de Siviero salvó un punto en su desplazamiento tras jugar 68 minutos en inferioridad por la expulsión de Laurent.

El partido empezó con un Lleida que quería demostrar su situación en la parte alta. El Atlètic Balears no quería ser menos, y quiso mostrar que merece salvarse de la zona baja. Tras un tímido aviso isleño, el hombre referencia de los ilerdenses, Rayo, anotó el primer gol del choque a los tres minutos de juego al recibir un pase interior de Gabernet para batir a Nico por bajo. El jarro de agua fría despertó a los de Siviero, que enseguida buscaron la meta de Eduardo para igualar. Bigas, de cabeza a lanzamiento de córner, avisó a los locales en el minuto 6. Pero, entonces, apareció Willian que, tras un gran pase de Coco, logró el empate con un disparo cruzado a media altura que envió al segundo palo ante la mirada de la defensa local. Corría el minuto 14 y era un justo premio para los méritos de ambos conjuntos.

En el minuto 22 llegó la jugada que marcó definitivamente el encuentro. Laurent vio la segunda tarjeta amarilla, un tanto rigurosa, que le supuso la consiguiente expulsión. A partir de este momento, el guión cambió radicalmente. Los visitantes recompusieron su línea de centro del campo y el Lleida aprovechó para sacudirse la presión del rival y adueñarse del juego. Pero no supo rentabilizar su superioridad.

En la segunda mitad, Siviero cerró el juego blanquiazul para mantener el empate, y le salió perfecto, después de ver como el Lleida fue víctima de su propia ansiedad