Marc Axton intenta asistir a un compañero ante un rival.

TW
0

BÀSQUET MALLORCA (17 18 15 25): Isma Torres (3), Marc Axton (16), Carles Bivià (16), Toni Vicens (14), Israel Pampín (5), -cinco inicial- Joan Cabot (8), Miky García (6) y Sergio Alonso (7).

20 de 41 en tiros de dos puntos, 7 de 18 en triples y 14 de 17 en tiros libres. 31 rebotes (21 defensivos y 10 ofensivos) y 19 faltas personales.

PLASENCIA (8 17 21 18): Roberto Rueda (13), Rubén Martínez (7), Guilherme Gitterer (12), Martín Calvo (2), Jonathan Barceló (18), -cinco inicial- José María del Río (0), Andre Howard (2), Mario Àlvarez (9) y Antonio Bustamante (1). 20 de 44 en tiros de dos puntos, 3 de 26 en triples y 15 de 18 en tiros libres. 35 rebotes (18 defensivos y 17 ofensivos) y 16 faltas personales.

Àrbitros: Vázquez Fernández y Pombo Martín. Castigaron con antideportiva a Pampín.

El Bàsquet Mallorca acumuló un nuevo triunfo tras pasar por encima de un Plasencia que pagó cara su irregularidad y que, pese a ser superior en el rebote a los naranjas, cedió en un cuarto final que fue de color naranja (75-64). Los de Xavi Sastre se contagiaron de la dinámica errática del Plasencia en los primeros compases, pero con un gran Biviá se despegaron y marcaron distancias (17-8). Le costó entonarse al cinco extremeño, que cerraba el primer parcial con unos números para la preocupación (17-8), e inyectando moral al Mallorca.

Y es que los isleños ofrecieron lo mejor de su repertorio en un segundo cuarto que sirvió para que Alonso, Axton o Cabot se reivindicaran. En pleno cortocircuito del Plasencia, el Mallorca despegó desde 6'75 para ponerse dieciséis arriba (35-19), aplicándose en defensa. Eso sí, los visitantes no arrojaron la toalla y con un parcial de 0-6 se metían de nuevo en el partido e impedían que la escuadra de Sastre alcanzara una renta más amplia, llevando a los mallorquines al descanso con más de una duda rondando su cabeza (35-25).

La historia se repitió tras el paso por el vestuario. Mandaba el Mallorca (48-33), pero otro tramo final para olvidar, las concesiones defensivas y en el rebote acercaron a un Plasencia que abría el parcial decisivo con todas las opciones intactas (50-46). De nuevo el cinco naranja apeló al orgullo, pues una antideportiva señalada a Pampín puso la igualada (50-50). Un parcial de 12-0, una gran labor defensiva (62-50) y de equipo devolvían la ventaja a un Mallorca que no iba a dejar pasar la oportunidad y mantuvo el tipo para sumar una nueva victoria, y van trece.