El pívot británico del Unicaja Joel Freeland (2d) trata de lanzar a canasta bajo la oposición del base italoargentino Diego Ciorciari (i), el ala-pívot estadounidense Jakim Donaldson (2i) y el escolta Rafael Huertas (d), del Menorca. | Efe

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Menorca Bàsquet 57

Unicaja 58

MENORCA (12+14+17+14): Ciorciari (4), Limonad (4), Victor (6), Donaldson (12), Radenovic (12), -cinco inicial- Huertas (8), Miki Servera (5), Caio Torres (0) y Diego Sánchez (6).

20 de 45 en tiros de dos puntos, 4 de 14 en triples y 5 de 7 en tiros libres. 33 rebotes (20 defensivos y 13 ofensivos) y 15 faltas personales.

UNICAJA (18+13+19+8): Barrera (8), Berni (8), Blanco (8), Freeland (6), Rubio (0), -cinco inicial-, Lima (4), Archibald (3), Jiménez (4), Blakney (7), Tripkovic (5), Freire (0) y Printezis (5). 16 de 31 en tiros de dos puntos, 7 de 24 en triples y 5 de 6 en tiros libres. 33 rebotes (22 defensivos y 11 ofensivos) y 15 faltas personales.

Àrbitros: Conde, Bultó y Zafra. Sin eliminados.

Es muy probable que el Menorca no vuelva a encontrarse en una como esta. Arrinconado como tenía a Unicaja, el grupo de Olmos se dejó levantar un partido muy exigido que ya celebraba a poco del final, cuando Diego Sánchez hiló su segundo triple consecutivo. Las bombillas del marcador reflejaban un 57-54 a 2:05, luego de una remontada cincelada a golpe de defensa. Pero el equipo de Aíto encontró la salida del laberinto. Hizo dos buenos ataques, su defensa creció un par de cuartas y sin darse cuenta el Menorca se encontró por debajo, con la última bola y sólo 3 segundos por jugar. Victor erró el tiro y el Unicaja respiró (57-58).

Es una de esas derrotas que deja huella, porque el Menorca estuvo muy cerca. Hubo pasajes del encuentro en el que jamás imaginó disponer de la última posesión para vencer, pero así fue. El colectivo de Bintaufa se levantó después de cada bofetada del Unicaja y llegó con fuerzas al final pese a que Victor andaba lastimado. La gasolina le dio para darle un revolcón al encuentro, que pasó del 37-46 al 57-54. Pero un arbitraje muy permisivo con el Unicaja y un par de malas defensas lo estropearon. Y eso que la brújula de Radenovic guió al Menorca en el inicio.

El Menorca sufría en ataque y fue Miki Servera el que abrió la puerta. Anotó cinco puntos consecutivos y el resto se subió a lomos del mallorquín, convertido en líder accidental (20-22). Tripkovic cerró la hemorragia andaluza con un triple imposible, pero la reacción del Menorca fue feroz. Un parcial de 6-0 puso el 26-25. Aíto metió en pista a Jiménez y Freeland y entre los dos devolvieron la ventaja a Unicaja al descanso (26-31).

Un parcial de 0-9 mediado el tercer período amenazó con reventarlo todo (37-46), pero Donaldson no desfallece. El Menorca fue limando la ventaja, ganando pequeñas batallas, y cuando Unicaja se quiso dar cuenta ya tenía la sombra del equipo de Olmos (52-52). Pero los malagueños sobrevivieron, ayudados por su talento y el arbitraje.