El Mallorca B, con un equipo mucho más joven que el del anfitrión del clásico, quiere sacarle punta a la calidad que habita en sus filas para desequilibrar la balanza y atrapar tres puntos que le permitirían seguir trabajando con tranquilidad. En la imagen, Sergi Enrich golpea el balón. | J. Lladó

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El clásico por excelencia del fútbol balear regresa este mediodía para actualizarse. Veinte años después de cruzar por última vez sus caminos en la tercera planta del balompié nacional, Atlètic Balears y Mallorca B vuelven a reunirse en torno a un mismo tapete para pujar por tres de los puntos más especiales del ejercicio. Empotrados en la mitad inferior de la clasificación, blanquiazules y bermellones necesitan tomar oxígeno a costa de su eterno rival e inyectarse una nueva dosis de autoestima que les ayude a cambiar su perspectiva del campeonato. Hoy, además, se espera que el espectáculo se traslade también a las gradas, ya que el recinto de la Vía de Cintura registrara la mejor entrada del curso para vivir la reedición de un duelo cargado de historia (Estadi Balear, 12.00 horas).

El encuentro llega envuelto por una expectación enorme que nada tiene que ver con la rutina habitual de ambos conjuntos ni con la dimensión de la categoría. Sin embargo, el hecho de que Atlètic y Mallorca coincidan en busca de un objetivo común ha disparado el entusiasmo en las dos hinchadas. Hay ganas de derbi y de desempolvar una rivalidad que durante años pareció estacanda. Muchas ganas.

Iniciativa

Sobre el papel, es el Atlètic (17º, 9 puntos) quien debe asumir el mando de la función. La necesidad es evidente en los dos equipos, pero el propio Siviero ha subrayado que quizás ahora mismo los puntos tengan más valor para los suyos por diversas razones. La principal, que mientras el Mallorca está cumpliendo los objetivos previstos en cuanto formación, el Atlètic precisa el respaldo de los números para seguir desplegando su proyecto.

De la mano del entrenador argentino el Balears parece haber encontrado otra vez el camino adecuado, aunque la semana pasada se reencontró con la derrota en Gandía y su crédito a estas alturas de la película tampoco resulta demasiado amplio. En cualquier caso, no pierde como local desde que se archivó la primera jornada del torneo (1-3 ante el Dènia) y este mediodía, espoleado por una afición hambrienta, espera salir de los puestos de descenso y adelantar al Mallorca B.

Gustavo Siviero, que recupera a Tolo Reus y Ernesto García, ha convocado a todos los futbolistas que tiene disponibles para el partido, mientras que el filial bermellón podrá examinarse con sus mejores galas después de que el entrenador de la primera plantilla, Michael Laudrup, haya liberado para la ocasión a Kevin García, Tomás Pina o Sergi Enrich.