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Una semana después de la gesta, el Constància regresa a su centro de operaciones para prolongar el sueño del retorno, tras más de dos décadas alejado, a la categoría de bronce del fútbol español. El grupo de Nico López recibe a La Muela (12 horas, Nou Camp d'Inca), un adversario que basa en su potencia defensiva su progresión. Segundo clasificado del grupo aragonés, el conjunto que dirige Emilio Larraz se deshizo del Marino en la ronda previa, y en este punto, topa con la ilusión desbordante de un Constància que tiene mucho que ganar en el penúltimo cruce.
Goran Drulic -ex del Estrella Roja, Zaragoza y Barça B- es la referencia de La Muela, el siguiente obstáculo de los de es Raiguer después de dar la campanada y deshacerse del Ourense. «Si están aquí, será por algo. Preveo una eliminatoria igualada, ante un equipo fuerte en defensa -encajaron 24 goles en 38 partidos de liga regular en Tercera- y que físicamente destaca por su poderío», aseguraba el técnico inquer, Nico López, que destaca el estado de ánimo del grupo, que llega en su totalidad a la cita. «No tenemos presión, somos conscientes de que queremos ascender, pero también de la dificultad del rival y de que llegar hasta este punto no es fácil», prosigue el experimentado técnico, que agradece «a la plantilla y mi equipo más próximo su trabajo, pues con los recursos justos, hemos completado una gran temporada que podemos rubricar con un ascenso que supondría un hito histórico para el Constància».
La clave para encarar una cita para la que el club espera una amplia respuesta de la afición mallorquina será «mantener la humildad, jugar concentrados y tener una pizca de suerte». Los primeros noventa minutos de un nuevo asalto por la Segunda B decidirán en buena medida el futuro de un cruce en el que el Constància aspira a todo, sin renunciar a nada.