Pau giménez penetra ante la defensa de Nguirane. | P. Pellicer

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PALMA BÀSQUET 94

ÓPTICA CORREA TACORONTE 78

PALMA BÀSQUET (19+25+27+23): Carlos San Emeterio (2), Miki Corbacho (22), Biel Torres (13), Toni Cañellas (12), Pau Giménez (13), -cinco inicial- Sergio Rodríguez (15), Carlos Cañellas (2), Juan Pablo Martín (2), Alberto García (6), Toni Carrasco (7) y Bartolomé Mateu (0).
19 de 34 en tiros de dos puntos, 13 de 30 en triples y 17 de 22 en tiros libres. 34 rebotes (25 defensivos y 9 ofensivos) y 27 faltas personales.

ÓPTICA CORREA TACORONTE (17+18+17+26): Abdoulaye Seck (14), Nichel Hernández (0), Grigol Shvangiradze (6), Daniel González (21), Marc Maldonado (10), -cinco inicial- Malick Nguirane (10), Daniel Brito (17) y Aarón Cejas (0). 22 de 50 en tiros de dos puntos, 4 de 23 en triples y 22 de 38 en tiros libres. 44 rebotes (21 defensivos y 23 ofensivos) y 18 faltas personales.

Àrbitros: Rupérez Vielba y Mas Cagide. Eliminaron por cinco faltas personales a Sergio Rodríguez, Juan Pablo Martín y Nichel Hernández.


El Palma Bàsquet saldó el expediente y dio otro paso hacia el ascenso a la LEB Plata. El equipo de Matías Cerdà mantuvo el tipo pese a haber encarrilado la eliminatoria en tierras canarias (70-102), y mantuvo su mejor línea para doblegar de nuevo, esta vez en el Toni Servera, al Óptica Correa Tacoronte (94-78).
Los de la Platja de Palma siempre llevaron el mando y la batuta en el electrónico y salieron siempre mentalizados, pese a saber que sólo un cataclismo les iba a impedir acceder a la siguiene y penúltima eliminatoria de ascenso. Ahí, les espera el Ciudad Real, que pese a caer en la pista del UCAM Begastri (87-77), hizo valer su triunfo por doce puntos en la ida para lograr el billete hacia la siguiente ronda, y medirse así a un Palma que no renuncia a nada a estas alturas, haciendo valer su experiencia tras dos campañas luchando por colarse en la categoría de bronce del baloncesto español.
Miki Corbacho abanderó el recital de un Palma Bàsquet que hizo valer la potencia de su rotación y la experiencia del grupo para abrir hueco con el paso de los minutos. Al descanso, el Palma ya contaba con una ligera renta (44-35). Suficiente margen para encarar con garantías lo que restaba de eliminatoria.
Las cosas fueron a mejor en el tercer parcial, en el que un parcial de 27-17 puso más fáciles las cosas a los baleares.
Solvencia
La constancia de los Sergio Rodríguez, Biel Torres, Toni Cañellas o del incombustible Pau Giménez permitieron al Palma Bàsquet crecer en el partido, pese a tener todo hecho.
De esta forma, el último cuarto se convirtió en una mera anécdota, un trámite para ambos equipos. El Óptica Correa Tacoronte sólo tuvo capacidad de respuesta de la mano de Daniel González y Daniel Brito, apoyados en ocasiones por Seck. Con ello, los canarios firmaron su mejor parcial en el último cuarto (23-26), pero ya era tarde, y el Palma Bàsquet optó por reservarse y dar minutos a los menos habituales para poner la rúbrica a una eliminatoria perfecta, la que ha servido para demostrar que el conjunto mallorquín está en disposición de luchar por una plaza en la LEB Plata, todo un desafío para el histórico Imprenta Bahía, que ha logrado colocar a su primer equipo entre los mejores de la Liga EBA una temporada más. Eso sí, a estas alturas, deportivamente, Cerdà y los suyos van a ir a por todas.