Una charla de altura en CaixaForum Palma

Alba Torrens, Helena Pueyo y el seleccionador Miguel Méndez dialogan sobre liderazgo, inclusión y futuro

María Cruz Rivera, Helena Pueyo, Miguel Méndez y Alba Torrens, este miércoles en CaixaForum Palma

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El deporte del más alto nivel, su papel transformador en la sociedad y el liderazgo de grupo a través de los ojos de tres destacadas figuras del baloncesto español. El seleccionador femenino, Miguel Méndez, y las internacionales mallorquinas Alba Torrens y Helena Pueyo ofrecían este miércoles una charla de altura en CaixaForum Palma. Un diálogo conducido por la directora territorial de CaixaBank, María Cruz Rivera, en el que compartían sus vivencias dentro y fuera de la pista y reflexionaban, desde tres ópticas diferentes, acerca de asuntos tan importantes en su día a día como el valor del trabajo en equipo, el compromiso o la superación.

Alba Torrens, el gran faro de la selección que prepara estos días en Mallorca su participación el próximo Eurobasket, hablaba sobre su rol de capitana y «la responsabilidad» que supone ese papel dentro del grupo actual. «Estamos en un momento de construcción en el que se está formando un equipo nuevo, con jugadoras jóvenes, talento y energía. Mi liderazgo es compartido y nos ayudamos todos por un objetivo común. Y por eso trabajamos mucho nuestra mentalidad», destacaba la binissalemera que a sus 35 años acumula todo tipo de experiencias en torno a una canasta.

«Siempre le digo a las jugadoras que hay muchas maneras de jugar, pero que la clave está en que juguemos todos a lo mismo», explicaba Miguel Méndez, el entrenador más influyente en la carrera de Torrens. Antes de confiar en ella como la referente de España ya la había tutelado durante sus inicios en el Celta de Vigo y la había dirigido después en el Ekaterimburgo ruso.

«Liderar es comunicar en todo lo que haces», señalaba el gallego. «Y hay líderes que en lugar de estar al frente están detrás, ayudando a llegar al resto. Alba es de esas, pero no está aquí (en la selección) solo para ayudar a los jóvenes, que es lo que parece a veces, sino para ser Alba, la de toda la vida», remarcaba.

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María Rosa Amengual, Bartolomé Riera, Carmen Serra y Carmen Planas, durante la charla.

Helena Pueyo sumaba a la conversación una lectura diferente. La jugadora del Basket Zaragoza (24 años), que ha sido subcampeona de la NCAA con la Universidad de Arizona, es una de las benjaminas de la selección. «Estoy en un proceso de adaptación», admitía la palmesana. «Es una etapa que vivo con muchas ganas e ilusión. Tengo mucho que aprender y qué mejor que hacerlo al lado de gente como Alba, de la que veía vídeos cuando era pequeña». En cualquier caso, la selección no implica ningún reto que la incomode. «Estoy lista para esto», aclaraba.

Técnico y jugadores coincidían en la importancia que tiene la mentalidad en el deporte moderno de alta competición. «Para dejar paso al talento antes tiene que haber mucho trabajo», advertía Alba. «Trabajo, mental, y diría que hasta espiritual».

Méndez hacía referencia al «entrenamiento invisible» y apuntaba a la importancia del colectivo —«sería imposible subir el Himalaya sin sherpas, que son precisamente los que no salen en los periódicos»— y al carácter de las mujeres que forman su equipo: «Han tenido que trabajar y formarse lejos de su círculo familiar siendo muy jóvenes. Son especiales». Además, les insistía en la necesidad de aprender a perdonarse sus propios errores.

Méndez, que apuntaba que en clave femenina hay más público en el baloncesto que en el fútbol, también ponía sobre la mesa uno de los temas que más preocupan en ese trabajo de futuro que lleva a cabo la Federación Española de Baloncesto (FEB): el alto porcentaje de chicas que dejan el deporte al entrar en la adolescencia.