Helena Pueyo y Noa Morro: el futuro ya está aquí

Las mallorquinas derrochan «ilusión» al poder jugar con España en la Isla, ensalzan el carisma de Alba Torrens y apuestan por el relevo generacional en la selección

Helena Pueyo y Noa Morro posan en el pabellón Toni Pizá de sa Indioteria | Foto: Alejandro Sepúlveda

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Se han hecho un hueco en la élite del baloncesto español y ya dejaron su huella en las selecciones de formación, antes de aterrizar en la absoluta. Además, en un momento y un lugar que no olvidarán. Ante su gente, en Mallorca y vistiendo la camiseta de un equipo que disfruta de las últimas lecciones de otro icono con denominación de origen balear, Alba Torrens. Helena Pueyo (Palma, 2001) y Noa Morro (Palma, 2004) forman junto a la capitana, la inagotable alero de Binissalem, el triple guiño de Miguel Méndez a Baleares.

Morro llega como invitada, después de firmar una brillante campaña con el Baxi Ferrol y jugar incluso la final de la Eurocup. Con 20 años, el Valencia tiene en sus manos a una ala-pívot con calidad, físico y la «ilusión» que comparte con Pueyo, a quien la llamada de la WNBA siempre persigue y que en su regreso a España, con el Casademont Zaragoza, ha disputado Euroliga y peleado por títulos, siendo la alero protagonista dentro de un proyecto que cotiza al alza.

«Es risueña, libre... con mucho compromiso con nosotras. Alba (Torrens) es alegría en estado puro y eso lo agradecemos las que llegamos»

Noa Morro

El Eurobasket es el punto final del camino que se inicia en Mallorca. Por delante, varias semanas de trabajo y amistosos, como los dos de Inca ante Grecia e Italia que son una motivación extra para Noa y Helena. «La selección pasa por un cambio generacional y vengo aquí a ayudar. Que sea en Mallorca es una alegría», asegura Noa, opinión que suscribe Helena, quien tras muchos años vuelve a la Isla para jugar -antes de llegar a Zaragoza estuvo en Estados Unidos-. «Desde que tenía 16 años no jugaba aquí y hacerlo con este grupo es especial, una ilusión. Sólo puedo dar las gracias y aprovechar la oportunidad. Como dice Noa, es un momento de cambio y venimos aquí a sumar», apostilla la jugadora formada en La Salle Palma y el Segle XXI.

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Helena Pueyo y Noa Morro sostienen un balón tras un entrenamiento. Foto: Alejandro Sepúlveda

Para Noa Morro han sido unos meses importantes dentro de su maduración como jugadora. Ferrol ha sido una gran plataforma de lanzamiento para la interior, quien destaca «la diferencia en el salto de Challenge a Liga Femenina, a nivel físico especialmente. Pero a base de confianza me fui adaptando. Hemos jugado una final europea y ahora hay que mirar al futuro, con esta experiencia como lo mejor que me llevo», explica tras un entrenamiento en el pabellón Toni Pizá.

En Zaragoza, Helena Pueyo ha encontrado un lugar en el que crecer baloncestística y personalmente en un entorno «y una ciudad con mucha afición. Eso ha sido un plus para todas». Para la alero ha sido un año de «adaptación a la Liga Femenina, en el que he estado muy cómoda, y además hemos alcanzado éxitos y resultados que no podíamos imaginar, además de tener detrás a muchísima gente que nos ha apoyado hasta el último partido. Se vive de una manera diferente».

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Noa Morro y Helena Pueyo posando junto a una valla de la FEB. Foto: Alejandro Sepúlveda

La 'nueva' selección

Desde su punto de vista, este relevo generacional cuenta con argumentos para soñar, pese a lo elevado del listón tras una etapa gloriosa, cargada de éxitos en forma de medallas mundiales, olímpicas, europeas y títulos. «La selección B es una muestra. Es un equipo que permite a muchas jugadoras mostrar lo que pueden aportar. Es una oportunidad para muchas jugadoras que puedan estar más adelante en la absoluta, esto demuestra que se quiere trabajar para construir pensando en el futuro», comenta Morro.

«Queda camino, somos muchas jóvenes, pero lo bueno es que hay jugadoras que llevan años aquí, y eso nos va a servir de nexo de unión», asegura al respecto Helena Pueyo. Lo importante, para la alero, «es hacer equipo, trabajar juntas y mantener la ilusión porque los resultados llegarán», dice la jugadora del Casademont y subcampeona universitaria en Estados Unidos con las Wildcats de Arizona, además de ser elegida en la segunda ronda del draft del año pasado en el número 24 por las Connecticut Sun de la WNBA.

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Helena Pueyo y Noa Morro, durante la entrevista. Foto: Alejandro Sepúlveda

Las expectativas de cara a esta concentración son diferentes en cada caso. Para Noa, que llega como invitada, pasan por «ayudarlas al máximo y aprender todo lo que pueda, que aquí hay muy buenas jugadoras y me llevaré experiencias positivas que aprovechar en mi carrera». Helena tiene muchos números para estar en el Eurobasket de la República Checa, Alemania, Grecia e Italia, que se jugará entre el 18 y el 29 de junio próximos. Es una fija en los planes de Miguel Méndez, y trabaja «para mantener mi posición, sin dar nada por hecho, pero siempre a disposición del staff, asumir mi rol y la responsabilidad que conlleva. Lo importante es ir paso a paso, día a día», refiere.

«Queda camino, somos muchas jóvenes, pero lo bueno es que hay jugadoras que llevan años aquí, y eso nos va a servir de nexo de unión».

Helena Pueyo

Alba y el Azulmarino

Tienen la oportunidad de compartir pista, vestuario, hotel, autocar y agenda con una leyenda. Otra mallorquina que, a punto de cumplir 36 años, es un emblema del baloncesto mundial.«Es risueña, libre... con mucho compromiso con nosotras. Alba es alegría en estado puro y eso lo agradecemos las que llegamos», asegura Noa, apostillando Pueyo que Torrens es «un ejemplo. Al final, ha sido una jugadora a la que hace años que la vemos y tenerla aquí sólo puede ser positivo. Por su experiencia, sus ganas, su sonrisa... es muy atenta y eso ayuda a las jóvenes».

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Las jugadoras, durante la entrevista en el Toni Pizà. Foto: Alejandro Sepúlveda

Desde la distancia siguen atentas las evoluciones del Azulmarino Mallorca Palma en la Liga Challenge, agradeciendo la presencia de este proyecto como trampolín para el baloncesto femenino mallorquín y para la Isla en vistas a tener un nuevo equipo en la Liga Femenina. «Al final, que apuesten es algo que hemos de agradecer y es bueno para las jugadoras. Sabemos que somos una comunidad pequeña, pero tiene mérito porque llevan dos años peleando por subir y hace poco se han quedado a nada en la Final Four. Pero lo mejor es que sigue, insisten, y seguro que llegarán a cumplir el objetivo de tener un equipo en Liga Femenina. Y eso será bueno para el baloncesto mallorquín y balear», comenta Helena Pueyo.

A esa opinión se suma Noa Morro, que agradece que «se haya formado un proyecto que intente colocar a Mallorca en la Liga Femenina. Y que pueda servir para que las jugadoras de la Isla no tengan que salir y sea un escenario en el que competir en una liga de nivel». De momento, ambas disfrutan de ese día a día que les brinda la experiencia de estar con la selección absoluta femenina. Y en casa.